BARACK OBAMA 44 PRESIDENTE DE LOS EUA

Dentro de unas horas, Barack Obama, jurará su cargo y se convertirá en el 44 presidente de los Estados Unidos de América. La expectativa generada a nivel mundial, no sólo por ser el primer afroamericano de la historia que accede al cargo con más poder del planeta, viene dada por las esperanzas que sugiere este nuevo líder mundial. La imagen de frescura y claridad de ideas, también con un lenguaje directo pero ambiguo, recuerda para muchos el “glamour” y aire fresco que representó John F. Kennedy en la década de los 60 del siglo pasado.

Como un Kennedy negro y siendo solo candidato presidencial , Obama, llenó las calles de Berlin y otros lugares de Europa de simpatizantes que deseaban borrar de sus mentes de forma inmediata lo que ha supuesto para los propios Estados Unidos y el resto del mundo el legado de George Bush.

Entrada por la puerta falsa, con trampa y pucherazo; dilapidación de la economía americana mucho antes de los atentados del 11 de Setiembre, guerra de Afganistán y de Irák, millares de civiles muertos con su firma, destrucción y saqueo de una cultura milenaria cuyos restos arqueológicos no se recuperarán jamás, división en bandos enfrentados de la comunidad internacional, torturas sistematizadas de Estado (Guantánamo), violación de derechos constitucionales y de la humanidad, integrismo religioso... y Bin Laden, su amigo de la infancia, son el legado de Bush. Además es el responsable de una crisis económica mundial que arrastra al resto del mundo, jamás conocida desde la Depresión tras el “crack” de 1.929. Deuda pública de casi 11.000 millones de dólares y entre 9 y 11 millones de parados entre registrados y estimados.

Barack Obama necesitará más de 700 mil millones de dólares, los mismos que Bush destinó a gasto militar, para poder reactivar de nuevo la economía americana, que se preve larga y muy dura en el tiempo por la nueva administración entrante.

Obama no sólo trae un pan bajo el brazo como todos deseamos, junto a su nueva forma de comunicar, con su famosa página web y su inseparable, de momento, Blackberry, trae además un nuevo estilo de trabajo integrador (Hillary Clinton, su más encarnizada competidora será su portavoz ante el mundo en el todopoderoso Departamento de Estado) y un talante negociador (hablará con Hamas si es preciso). Todo lo contrario que su antecesor en el cargo, George Bush Jr., el más nefasto de toda la historia americana tras Richard Nixon.

Pero no todo son mieles. La invasión de Gaza por Israel y la matanza de civiles palestinos en estos últimos 24 días, ha sido “consentido” y sin oposición frontal por parte del equipo de transición de Obama, dejando el trabajo sucio para el sucio de George Bush.

Nadie se engañe, Obama es ante todo norteamericano y como tal antepone siempre los intereses propios a los de cualquier otro, incluyendo la compensación al lobby judío que apoyó su campaña y la de Hillary Clinton, ex senadora por Nueva York donde la influencia financiera judía es la más notable de todo el planeta.

En su agenda, tal vez en su famosa Blackberry, está la crisis económica, Guantánamo, Irak y Afganistán. Pero también reconducir las alianzas mundiales, sobre todo europeas, tan hechas polvo tras la pasada por la Casa Blanca de su “antécessor”.

En el apartado interno, su agenda social tiene fecha para iniciar una reforma del sistema sanitario y educativo. Algo así como “¡Compre un buen seguro para sus hijos y nosotros ampliaremos la cobertura!”. No tiene nada que ver con el sistema del “Estado de Bienestar” europeo, pero algo es algo.

Quizá sea un nuevo Lincoln, un nuevo Kennedy... no querríamos pensar jamás en un Richard Nixon. Pero cualquiera en su lugar, tras Bush hijo, hubiera despertado nuestras simpatías. Hasta MacCain nos parecía un anciano venerable y mucho más digno sucesor que su antecesor, George “doble V” Bush.