21 febrero 2007

Las putas no existen , son anticonstitucionales



El Congreso rechaza la legalización de la prostitución por anticonstitucional

20MINUTOS.ES

"El Congreso desaconseja la regularización de la prostitución.La prostitución es una actividad ilegal en España que genera dudas legales y alarma social.

* La comisión que lo estudia afirma que sería anticonstitucional.
* Destaca que en los países en los que se ha legalizado, la prostitución ha aumentado.
* Pide más recursos para la integración y campañas dirigidas a los hombres para hacer caer la demanda. "
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Ya tenemos otra de hipócritas, las putas estén bien o mal constituidas no tienen constitución que las ampare. Y mientras ,en las paradas de carretera, clubs de alterne y en la puta calle, sus "maridos consentidores" vigilando la mercancía y hóstia al canto por si la puta se le pone en huelga.

Nuestras señorías no resuelven el problema, a pesar de que habrá parte de la congregada que suela ser habitual en la clientela y conoceran ese mundillo de primera mano, lo que se supone si es que son humanos. Pero eso si, no olvidan "pedir más recursos para la integración y campañas", la pela es la pela. Alguien tendrá ya preparado el presupuesto para el correspondiente estudio a "pie de calle". Y asunto concluido para otro estudio.


Para ilustrar a sus señorías y como no he encontrado enlace directo, reproduzco un texto que nos muestra cómo estaba reglamentada la prostitución en la España del Siglo de Oro encontrado en la web Arte e Historia, puede que la "Santa Inquisición" no fuese tan santa en comparación con nuestras ilustres señorías, pero velaban por sus hijas descarriadas y algo se debería aprender de aquella época:

"El afán reglamentarista del Siglo de Oro llevó a estructurar de manera concisa el oficio de la prostitución. La prostituta debía de ser mayor de doce años, abandonada por su familia, de padres desconocidos o huérfana, nunca de familia noble. Tiene que haber perdido la virginidad antes de iniciarse en las labores del sexo y el juez, antes de otorgar el oportuno permiso, tiene la obligación de persuadir a la muchacha. Tras este requisito, la joven recibe la pertinente autorización para ejercer el llamado oficio más antiguo del mundo. El médico de la corte destinado a estos menesteres tiene que revisar periódicamente su salud y una vez al año, el viernes de Cuaresma, las prostitutas son llevadas por los alguaciles a la iglesia de las Recogidas donde el predicador las amenaza con las penas del Infierno y las invita a abandonar su triste oficio. En las grandes ciudades existen lugares para las mujeres arrepentidas; en Madrid el convento de las Arrepentidas situado en la calle de Atocha. Las prostitutas se dividían en categorías. La más baja las "cantoneras", putas de encrucijada que reciben algún sueldo de la villa; el siguiente puesto en el escalafón lo integraban las mujeres que se protegían bajo la tutela de un rufián. Las había de categoría superior ya que vivían solas e independientes, recibiendo visitas de hombres adinerados y nobles. Las de mayor categoría recibían el nombre de "tusonas" y eran las más cotizadas. Las mancebías estaban autorizadas y reglamentadas por la autoridad municipal. En casi todas las poblaciones importantes se encontraba al menos un burdel pero abundaban en la Corte, en las ciudades con puerto y en los centro universitarios. A mediados del siglo XVI había en Madrid más de 80 mancebías en las que se practicaba la prostitución, ubicándose en la zona de las actuales calles Huertas, Santa María, San Juan y Amor de Dios, en Lavapies y en Antón Martín. En Sevilla a mediados de la siguiente centuria se contaban más de 3.000 prostitutas y el burdel de Valencia ocupaba todo el barrio de la Malvarrosa. Las ordenanzas de la mancebía cuidaban de la limpieza de los locales y de su seguridad, existiendo incluso guardias que cuidaban del orden en el interior. Se procuraba que las mujeres no fueran maltratadas. El responsable de la mancebía recibía el nombre de "padre" o "tapador", siendo también regentadas en numerosos casos por mujeres denominadas "madres". Con Felipe IV se emitieron pragmáticas (1623, 1632, 1661) que prohibían las mancebías pero su efecto fue nulo. Las prostitutas fueron obligadas a distinguirse de las mujeres honradas vistiendo medios mantos negros. Los precios no eran muy altos, rondando el medio real. Los ingresos medios de una pupila de mancebía guapa y bien vestida rondaban los cuatro o cinco ducados diarios. Las feas, ajadas y de mal aspecto sólo ganaban 50 ó 60 cuartos. La Real Hacienda se llevaba, en concepto de impuestos, una buena parte de los dineros que en las mancebías ingresaban los clientes. "

1 comentarios:

Anónimo dijo...

He leído la noticia en El Mundo.
Me gustaría que los gays y artistas españoles y el Gobierno, que tanto está por la Alianza de Civilizaciones y que injurian y se burlan del Cristianismo impunemente, hicieran ver al mundo musulmán que estamos en el siglo XXI y que se debe respetar la libertad y erradicar el fanatismo trasnochado.
Recuerdo el día que hubo una manifestación en Madrid en defensa de la familia. A la misma hora hubo otra de gays y lesbianas en la que se veían unas escenas deplorables y de mal gusto con burlas hacia la Iglesia y sus Instituciones.
Todos saben cómo se las gasta el mundo islámico, especialmente con adúlteras y gays.
Me gustaría ver a Zerolo y compañía hacer sus campañas en tierras árabes.