21 julio 2007

Obispos disgregadores


El comunicado del Departamento de Justicia y Paz de la Conferencia Española de Religiosos (CONFER) denunciando a la jerarquía eclesiástica y el estado de crispación de la sociedad española, pone en evidencia la responsabilidad que tiene la Conferencia Episcopal como instigadora de un enfrentamiento "prefabricado" en sus propias capillas mañaneras.

Una cosa está clara y es que la jerarquía católica no representa a sus fieles. Los que criticamos a la Iglesia Católica, influidos quizá por la "escalada" de improperios trasnochados que se lanzan desde la COPE y por los propios obispos, confundimos a menudo a todos los católicos con los ultramontanos que se han instalado en la Conferencia Episcopal.

Declaraciones como las surgidas de la Conferencia Española de Religiosos (CONFER) se echan en falta. También es preciso que las Congregaciones Religiosas y los Cristianos de Base se vayan manifestando, en el sentido de diferenciar lo que es un sentimiento religioso (necesidad básica de creencias de cualquier ser humano) de lo que es administrar la cosa pública (política).

En todo caso, las soflamas que provienen del clero son tan desproporcionadas que obligan a "meter en el mismo saco" a todos los que no somos laicos o ateos. Si no fuese así el mensaje de "autodefensa" quedaría diluido y los que deben reaccionar, los fieles, quedarían como hasta la fecha, al pairo.

Los obispos quieren elevar a los altares a los religiosos que fueron asesinados por el bando republicano porque dicen que fue un ataque contra su condición de cristianos. Ese argumento no es válido cuando en el País Vasco los religiosos fueron respetados por la República. Y ejecutados por los falangistas de Franco. Es claro que fue una depuración por "responsabilidades políticas" en ambos bandos, no por cuestiones religiosas en si. Es un discurso que "justifican" por la "venganza" que representa para ellos la Ley de la Memoria Histórica. Mal favor hacen a aquellos católicos, como Monseñor Tarancón, que ayudaron a recuperar la democracia en España.

Ver más en el blog Opiniones de Merce Perelló.

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