ETA DE NUEVO

El asesinato del empresario Ignacio Uria, de 71 años, consejero de la constructora Altuna y Uria, empresa contratista de las obras del AVE de la "Y vasca", ayer en Azpeitia (Guipuzcoa) es uno más añadir en la larga lista del terrorismo de ETA, lamentablemente.  Era raro que tras la detención de "Txeroki", jefe militar de ETA, el pasado 17 de noviembre en Francia, no hubiese un atentado sonado por parte de la banda, más raro todavía que la "kale borroka" habitual tras cualquier detención de terroristas no se haya hecho notar a nivel mediático. No deben ir bien las cosas para ETA cuando también Otegui, ex- dirigente de Batasuna, se atreve a criticar abiertamente a ETA por "impedir" la reorganización de Batasuna, cuyo papel ejerce en la actualidad ANV.

Mal, muy mal deben estar los mafiosos de ETA. De ello, de que se encuentren mal, debemos alegrarnos, es que se avanza en la destrucción de ETA. Por desgracia seguiremos condenando y manifestándonos en contra de los atentados de ETA como el lamentablemente sufrido por Ignacio Uria. Aunque se acabase definitivamente con ETA como tal, siempre habrá algún descerebrado que empuñe una pistola y "se justifique" en nombre  de la "libertad e independencia" que proclama ETA. Cuaquier asesino a sueldo, como parece que es en este caso, sirve para la "causa". Lo malo es que matar es fácil.

Esperemos que el desalojo de los ediles de ANV de los ayuntamientos vascos, ya comprobada su complicidad con ETA, no quede en la clásica pataleta de los políticos vascos tras un atentado etarra. Por desgracia para todos los demócratas, entre atentado y atentado, se olvidan de que ETA se sienta en la mesa de los salones plenarios junto a sus futuras víctimas.