22 octubre 2006

Se marchan los comunicadores, vuelve el comunidador.


Bueno, por fin. Anuncian su marcha Federico Jimenez Losantos de la COPE y Carlos Herrera de Onda Cero. César Vidal , al parecer se irá también con Federico. Estos pirotécnicos de la comunicación anuncian que en un año o año y medio dejarán sus respectívos púlpìtos .

No es mucha coincidencia que todos ellos permanezcan en sus puestos de combate pasadas las próximas elecciones municipales, tampoco es coincidencia que puedan alargar su "voz" hasta la "debacle final" del "rojo" gobierno socialista en las próximas generales. Toda coincidencia es pura "casualidad".


Sea lo que sea, sabemos que Federico continuará con su Libertad Digital y con su nueva televisión gracias a Esperanza Aguirre y con vistas a ser ampliada a toda España. Le sustituirá Cristina López Schlichting , que es la que continúa por la tarde las perrerías matinales de Don Federico.

Otro que se nos va es Inaki Gabilondo, que dejará los informativos de La Cuatro al finalizar la temporada, se supone que le queda un verano y también cumplirá con su cita ante las municipales del próximo año. Luis del Olmo permanecerá ante el cañón de "Protagonístas" en Punto Radio, por lo menos hasta la total ampliación de la cobertura nacional de esa emisora.

Y vuelve. Vuelve Jose María Garcia, casi superado el cáncer que lo mantuvo alejado de sus fieles seguidores de Supergarcía. Vuelve a su casa, la COPE, en sustitución del "histoarreador" César Vidal, el protestante adoptado por Jimenez Losantos para continuar y amplíar su martirio matinal hasta altas horas de la madrugada. Jose María promete no dejar títere con cabeza, como se ve en el video de la entrevista que realizó Buenafuente hace una semanas. Es el comunicador por excelencia, veremos si su obligado "zapping" va a servir para bien o para mal, según quien sintonice.

Federico también se entrena con Miguel Angel Aguilar para su nueva TV, ver el vídeo de Tele 5, que no tiene desperdicio.

Seguiremos al tanto, esperemos que las decisiones de la Conferencia Episcopal, influidas o nó por la Casa Real, bajen los altos niveles de "crispación" que vierten sobre la sociedad los llamados "comunicadores", de Dios por supuesto.

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