Zapatero y Navarra en el pensamiento

Uno queda sorprendido por la forma que tiene Zapatero, en este caso como Secretario General del PSOE, de enfocar los problemas. El nudo gordiano en que se había convertido Navarra se zanja con un hachazo que rompe todos los esquemas de "pensamiento único" y de frontalidad que tanto ama la derecha y al que nos vemos arrastrados por inercia. Si se explica bien sólo habrá ocasionado una honorable víctima en la persona de Fernando Puras.

La propuesta es sacrificar una pequeña pieza y neutralizar desde la oposición en Navarra los excesos del nacionalismo centralista del PP a través de UPN. Intentará demostrar que se puede hacer otro tipo de oposición más constructivo. Que se puede "gobernar" sin estar en el gobierno a través de las iniciativas parlamentarias más progresistas y sin peligros de falta de estabilidad en las instituciones forales con una coalición dudosa. De paso el PP se queda sin argumentos para seguir con su actual política de crispación utilizando la connivencia del gobierno con los etarras y Navarra como excusa, por lo menos de cara a los ciudadanos que entiendan el mensaje.

Es una apuesta arriesgada, pero Zapatero ya nos tiene acostumbrados a ello, o debería ser así. Ha decidido integrar de forma indirecta a uno de los dos nacionalismos imperantes en España en la responsabilidad de ejercer el poder con el fin de amansar a la fiera. En contra de lo que cabría esperar no ha optado por el nacionalismo navarro o vasquista, lo ha hecho con quien precisamente tiene en frente: el nacionalismo unitario y centralista del Partido Popular. Como dice Luis Solana, auténtico transmisor en la sombra, "la galopada triunfal de Zapatero por España es ahora más fácil" al haber obrado como Alejandro Magno cortando de cuajo con su espada el nudo de Godia que le permitió el dominio de Oriente. Blanco ha sido la espada, o mejor dicho, el hacha.

A veces nos acostumbramos a pensar en una sola dirección dando por obvio cosas que no son tan obvias. Encontrar soluciones imaginativas, distintas, que se apartan del clásico enfoque "de frente" de cualquier problema cotidiano es lo que Edward De Bono define como Pensamiento Lateral. Y este no es un método creativo de resolución de problemas con pasos explícitos. El famoso "conejo de la chistera", el Estatuto catalán y otras tantas acciones de gobierno que no se entienden a la primera, entran en la línea de esta forma de pensar y de encarar los problemas de nuestro sorprendente Presidente.

Sin embargo es necesaria una explicación mucho más clara para que las aguas del socialismo navarro vuelvan a su cauce con la menor devastación posible. Siempre queda el plan B: la moción de censura después de las elecciones generales, si no se ajustan a criterio los populares o su marca navarra. Los otros nacionalistas y el resto de la izquierda necesitan también una explicación tranquilizadora y convincente: el beneficio debe ser para el pueblo navarro en su conjunto.

Seguiremos dando tiempo al tiempo.... aunque con cautela.