01 julio 2008

PSPV: CAMBIAR CARAS Y PROYECTOS

El mensaje de Pepe Blanco en la Fiesta de la Rosa de Valencia ha sido malinterpretado por algunos sectores del PSPV-PSOE. Muchos miraron a Joan Lerma como el objetivo del mensaje. Se equivocan, el objetivo es toda la organización valenciana.

Lerma acogió de mala gana el encargo de Zapatero de presidir la gestora del PSPV-PSOE y se vió desplazado en el Senado, que es donde estaba más a gusto. Joan Lerma está cumpliendo su cometido y sabe que la forma de gestionar la federación valenciana no puede ser igual que cuando él regía los destinos de su partido y de la Generalitat Valenciana. Es pasado, eran otros tiempos y otras gentes. La famosa "fontaneria" cuya cabeza visible era Eduard Montesinos, ayudado por los fontaneros de las comarcas, era la que tocaba en una época donde la integración de diferentes partidos en el PSOE requería negociación y más negociación con las nuevas "familias" que se formaron en su seno. La falta de apoyo del gobierno central y un alto índice de paro motivado por las necesarias reconversiones industriales, hizo rodar su cabeza ante un electorado valenciano muy cabreado. Perdió las elecciones y se fué a Madrid, pero nadie desde entonces supo reemplazarle con el carisma suficiente para reivindicar su labor y recuperar la confianza de los valencianos. Hoy ya no es igual y las recetas las manejan los populares, que utilizan el mismo lenguaje y el mismo envoltorio que utilizaron los socialistas en el poder, pero con diferente contenido. Y el disfraz les funciona.

Jorge Alarte, Ximo Puig y Francesc Romeu tienen el gran mérito de intentar hacerse con el timón del PSPV-PSOE a sabiendas de que otros cuatro años más en la oposición les hará candidatos a la guillotina y eso será lo más probable si el cambio de caras y proyectos no es asimilado convenientemente, primero por la militancia socialista y después por el electorado. Unas primarias "a la americana" dentro del PSPV serviría para entusiasmar a las bases y prepararles para el asalto al poder, pero no en las próximas elecciones autonómicas sino en las siguientes. Demasiado tiempo para contar con el apoyo de un gobierno central dominado por los socialistas.

De momento la persona aglutinante de punta a punta del País Valenciano y con más carísma, tanto dentro del partido socialista como fuera, es la Secretaria de Estado Leire Pajín. Pero su problema es no contar con el tiempo suficiente para hacerse cargo del PSPV con garantías de éxito y conseguir para su partido la Presidencia de la Generalitat Valenciana. Sería quemar un futuro brillante y prometedor para morir en el banquillo de la oposición de les Corts Valencianes.

El cambio de caras y de proyectos es empezar de nuevo, como si no se contase con el cuarenta y tantos por ciento pero sin obviar el dato. Tienen por delante tres años de intensa actividad para cambiar de caras de arriba abajo y de abajo arriba. Deben convertir un partido de cuadros en un partido de afiliados, y en esto como en otras cosas el cambio debe ser real y atractivo. A pesar también de que el Partido Popular utilice, como siempre lo hace, el lenguaje y las ideas de los socialistas en su propio beneficio sin cambiar en lo fundamental. Esta "apropiación indebida", más aún ejerciendo el monopolio informativo, es la que condena a los socialistas valencianos al desánimo y al conformismo, profesionalizándose políticamente en la oposición.

Más que proyectos el PSPV-PSOE debe vender su propia imagen. La unión de criterios de los tres atrevidos candidatos junto con el liderázgo de Leire Pajín y un pacto de respaldo en la sombra de las diferentes familias históricas del socialismo valenciano, debería servir como punto de partida para regenerar las cansadas bases socialistas. El pacto es que lo nuevo debe dar la cara y dirigir. Por contrapartida "lo viejo" y "lo apartado" debe ser recuperado en un segundo plano para que las nuevas bases recojan su experiencia, sin inmiscuirse en la acción política que deban ejercer los nuevos rectores del PSPV en su conjunto. Esta propuesta debe valer tanto para una agrupación local del pueblo más pequeño, como para las nuevas estructuras comarcales y provinciales. Todos, sin exclusión, deben tener un papel que cumplir. Recuperar también a muchos socialistas que quedaron en la cuneta, como "simpatizantes" al menos, es otra labor primordial de integración en un nuevo proyecto socialista valenciano.

La imagen y la comunicación es el primer valor que se debe cuidar. Hasta el último afiliado debe tener la información necesaria para poder ejercer de "agente de ventas" y debe ser implicado en el reparto de papeles. Es en definitiva el que transmite la ideología y la voz del Partido Socialista. Los medios y la formación, sobre todo formación para saber utilizar correctamente los medios, debe ser una constante, una regla para atraer al que quiere contribuir a cambiar la sociedad y no se implica porque se ve utilizado únicamente para pegar carteles y aplaudir en las asambleas. Su labor es tan importante como la de cualquier edil y debe ser tenida en cuenta y protegida. Es un primer paso para convertir el PSPV en un partido de afiliados, donde cualquiera de ellos pueda asumir en un momento dado, independientemente de su formación académica, el cometido que le encargue la organización.

Implicados todos sus miembros, la organización socialista contará con afiliados polivalentes para dar una imagen atractiva en una sociedad cambiante que desea participar. La imagen, por otra parte, la dan los medios de comnicación. Quien no está en la foto, no sale. Por eso es tan importante aparecer en ella. Si en Valencia, en Castellón o Alicante no aparecen en portada los líderes socialistas, deben aparecer en Madrid. Los electores deben quedarse con sus caras y con sus proyectos. Y eso no debe quedar sólo en los medios de comunicación públicos. Como en cualquier empresa, las sucursales también editan sus propios folletos para dar a conocer su imagen y sus productos, así como sus vendedores asesoran e informan de lo que mejor les pueda convenir a los clientes, los electores en este caso.

Una buena empresa, el PSPV-PSOE. Un buen equipo directivo, Leire y los tres jabatos. Buen consejo asesor, Lerma, Ciscar y Asunción entre otros. Buenas delegaciones y sucursales, las Agrupaciones locales. Buenos equipos de ventas, los afiliados y simpatizantes. Y sobre todo un buen producto bien presentado para su conocimiento, atracción e interés, el programa socialista para los valencianos. Todo ello apoyado, interior y exteriormente, con una buena política de comunicación a todos los niveles.

Me gustaría como votante poder elegir a un candidato socialista a la Presidencia de la Generalitat que fuese mujer, jóven y con experiencia política, pero aún no se ha presentado.

Estas son algunas ideas que deberían ejercer un impulso de compromiso, para viejos y nuevos militantes, en un reestrenado socialismo valenciano en el poder.

Postdata : La fuerte recesión internacional de 1.993, que afectó de forma muy dura a España, produjo un alto índice de parados en la Comunidad Valenciana y esa fué una de las causas principales, entre otras antes señaladas, que hizo que Eduardo Zaplana sustituyese a Joan Lerma en el timón de la Generalitat Valenciana.

Aclarado el punto anterior, la prensa valenciana informa que una mujer, jóven y con experiencia política opta como cuarto candidato a la Secretaría General de PSPV-PSOE con las bendiciones de Leire Pajín, que renuncia a presentarse, y de Pepe Blanco. Es Ana Noguera.

1 comentarios:

bitdrain dijo...

Hola,

Aún sigues escribiendo y yo que pensaba que lo habías dejado. Incluso creo que te robe de mis enlaces.

Me alegro de que sigas guerreando.

Saludos.