El gobierno de Zapatero debe limpiar de maleza el camino del entendimiento con Catalunya. Sencillamente debe cumplir sin dilaciones el Estatut en materia de financiación autonómica y no dar más motivos de ridículo para la derecha catalana y española.
Por otra parte, el PSOE debe encontrar la via para que sus "feudos", históricos y nuevos, se sientan cómodos con una financiación que, no debe olvidarse, tiene por objetivo el beneficio de todos los ciudadanos. Los tiras y aflojas, lógicos entre gobierno central y autonómicos, deben basarse sobre todo en algún medio de control de los dineros para que estos vayan directamente a los beneficiarios, a los ciudadanos.
Es una estupidez ir a la greña entre propios para facilitar el espectáculo a extraños y no está muy claro que Zapatero repita curso ni sus "colegas" en autonomías diversas tampoco. Por eso es necesario afianzar lo conseguido, cuidar los depósitos de votos y prevenir la continuidad en el futuro.
No está claro que el PP pierda en sus feudos actuales, con una oposición tan nefasta como inexistente. Ni siquiera está claro que el PSOE no pierda de nuevo Galicia y Cataluña. O se atan los machos o el carro irá dando tumbos de un lado para otro.
Dar pie a portadas como "guerra en el PSOE" o "chantaje de Montilla" y dar la impresión de que el PSOE es un gallinero a la hora de repartirse el dinero, solo puede acarrear el descontento de los votantes, que ya están bastante quemados con el "buenismo", "candidez", y reconocimientos a destiempo de "crisis" y otras lindezas.
El PSOE o pone orden en sus filas o se destruye solo.
Mención especial merece su política informativa y de propaganda, que no deja de ser un palo en manos de un ciego sin destreza. Si quieren seguir guiando a este país, deberán encontrar de forma rápida y urgente buenos comunicadores para su causa, no pueden seguir dejando al "pairo" y al "son" que marque la derecha su comunicación directa con el ciudadano.
Los que apoyan al PSOE ya están muy hartos de bregar por su cuenta sin que "despierten" en Ferraz o no se bajen de la nube en Moncloa.
Lo único que puede pasar es que ocho años de zapaterismo desaparezcan de un plumazo y que amén de los nuevos dirigentes se conviertan para la historia en un "pesadilla". Dirigentes históricos del socialismo ya lo piensan y lo dicen.... y no es solo Leguina.
Por otra parte, el PSOE debe encontrar la via para que sus "feudos", históricos y nuevos, se sientan cómodos con una financiación que, no debe olvidarse, tiene por objetivo el beneficio de todos los ciudadanos. Los tiras y aflojas, lógicos entre gobierno central y autonómicos, deben basarse sobre todo en algún medio de control de los dineros para que estos vayan directamente a los beneficiarios, a los ciudadanos.
Es una estupidez ir a la greña entre propios para facilitar el espectáculo a extraños y no está muy claro que Zapatero repita curso ni sus "colegas" en autonomías diversas tampoco. Por eso es necesario afianzar lo conseguido, cuidar los depósitos de votos y prevenir la continuidad en el futuro.
No está claro que el PP pierda en sus feudos actuales, con una oposición tan nefasta como inexistente. Ni siquiera está claro que el PSOE no pierda de nuevo Galicia y Cataluña. O se atan los machos o el carro irá dando tumbos de un lado para otro.
Dar pie a portadas como "guerra en el PSOE" o "chantaje de Montilla" y dar la impresión de que el PSOE es un gallinero a la hora de repartirse el dinero, solo puede acarrear el descontento de los votantes, que ya están bastante quemados con el "buenismo", "candidez", y reconocimientos a destiempo de "crisis" y otras lindezas.
El PSOE o pone orden en sus filas o se destruye solo.
Mención especial merece su política informativa y de propaganda, que no deja de ser un palo en manos de un ciego sin destreza. Si quieren seguir guiando a este país, deberán encontrar de forma rápida y urgente buenos comunicadores para su causa, no pueden seguir dejando al "pairo" y al "son" que marque la derecha su comunicación directa con el ciudadano.
Los que apoyan al PSOE ya están muy hartos de bregar por su cuenta sin que "despierten" en Ferraz o no se bajen de la nube en Moncloa.
Lo único que puede pasar es que ocho años de zapaterismo desaparezcan de un plumazo y que amén de los nuevos dirigentes se conviertan para la historia en un "pesadilla". Dirigentes históricos del socialismo ya lo piensan y lo dicen.... y no es solo Leguina.
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