Hace 100 días que Jorge Alarte se hizo con las riendas del PSPV y una generación de jóvenes y futuros votantes sigue sin saber que el Metro de Valencia, la Ciudad de las Artes y las Ciencias, el By-pass, Canal 9 y otras tantas cosas fueron obra de los socialistas valencianos cuando gobernaron la Generalitat y el Ayuntamiento de Valencia. Incluso los mayores han perdido la memoria histórica de los logros conseguidos en la época en que Joan Lerma o Ricard Pérez Casado dirigían los destinos de la Comunidad Valenciana y de la ciudad de Valencia respectivamente.
Tras el ajuste necesario que está llevando a cabo Jorge Alarte en la estructuras del socialismo valenciano y antes de presentar cualquier nueva propuesta electoral va a ser muy necesario refrescar la memoria colectiva del electorado, nuevo y antiguo, reivindicando las actuaciones de sus predecesores que no fueron pocas y que levantaron de la nada unos pueblos, unas ciudades y una Comunidad que languidecía en el Levante feliz.
En la época de Joan Lerma se construyeron nuevas escuelas e institutos, se crearon bibliotecas y se llenaron de libros, se construyeron polideportivos y se equiparon, casas de cultura, centros médicos, se acondicionaron carreteras y se crearon autopistas, se creó el metro de Valencia, el viejo cauce del Turia que era un terreno baldío y conductor de aguas fecales se transformó en jardines, campos de deportes y lugares de ocio para el ciudadano, etc. Las principales infraestructuras y redes de equipamiento que hoy conocemos en los municipios valencianos y a lo largo y ancho de la geografía del País Valenciano, fueron proyectados, ejecutados y puestos en funcionamiento en su mayoría cuando los socialistas del PSPV gobernaban una Generalitat, que también crearon de la nada, y la prácticamente totalidad de municipios valencianos. Es un ejercicio de memoria que todos los socialistas, desde el municipio más pequeño, deben reivindicar y hacer presentes de nuevo hasta la saciedad para que el ciudadano vuelva a comparar lo que han hecho unos y lo que hacen otros. Es un paso necesario y previo antes de ofrecer ideas nuevas como vacuna contra el "borrado masivo" y el "lavado de cerebro" ejercido contra la ciudadanía por el Partido Popular de Rita Barberá, Zaplana, Camps y multitud de alcaldes populares de nuevo cuño metidos en política al calor del dinero de las recalificaciones.
Alarte, ninguneado por el presidente Camps, ha centrado su labor en controlar la organización del PSPV buscando nuevos líderes locales al margen de las históricas familias celosas de sus cuotas de poder que mantienen al PSPV inmovilizado desde hace tres lustros. Ha centrado su discurso en la cabeza de Camps, como principal responsable del inmovilismo institucional, y está, por fin, defendiendo y dando a conocer la labor del gobierno de Zapatero en su demarcación. Lo que nunca debió dejarse de la mano de la suerte.
No es suficiente. Jorge Alarte debe ser promocionado a nivel nacional, en los medios de comunicación (como Patxi López) para que tenga eco en la sociedad valenciana. Desde la Comunidad Valenciana es imposible. Los posibles candidatos a gobernar las principales ciudades valencianas, con Valencia capital a la cabeza, también deben ser promocionados.
Mi muy querida Carmen Alborch, que es una mujer entrañable, laboriosa, trabajadora y muy inteligente, nunca ha tenido cartel ni ha sido profeta en su tierra. No ha tenido el empuje necesario para liderar una alternativa a Rita Barberá, popular de popularidad y cercana a su pueblo en unos niveles de complicidad máxima. Siempre se le ha visto fría y distante cuando no ninguneada por la propia organización socialista. A pesar de los años de actividad política es una desconocida para los propios valencianos de Valencia ciudad. Algo habrá que hacer para que le conozcan en todos los rincones de la ciudad y supere con creces la popularidad de la Barberá, si quiere quitarle el puesto en la capital de Reino.
Trabajo no falta, los socialistas deben salir a la calle y de forma permanente antes de las elecciones municipales y autonómicas para darse a conocer de nuevo y dar también a conocer las actuaciones pasadas sin avergonzarse de nada. El PP sólo ha dado una mano de pintura al edificio construido por los socialistas, pero los valencianos han perdido la memoria y es una labor primordial recordarles lo que era la Comunidad antes de la llegada de los socialistas al poder, en el ejercicio del poder y lo que es ahora con el Partido Popular en ese mismo poder autonómico.
Puede que estas reflexiones, que son reflexiones compartidas con miles de antiguos votantes socialistas y que hoy se abstienen o han cambiado de bando, caigan en saco roto y no sean tenidas en cuenta para su valoración por los dirigentes socialistas. Lo que sí que puedo asegurar, porque me consta y no es presunción, es que en el Partido Popular sí que leen este blog y toman nota.
Tras el ajuste necesario que está llevando a cabo Jorge Alarte en la estructuras del socialismo valenciano y antes de presentar cualquier nueva propuesta electoral va a ser muy necesario refrescar la memoria colectiva del electorado, nuevo y antiguo, reivindicando las actuaciones de sus predecesores que no fueron pocas y que levantaron de la nada unos pueblos, unas ciudades y una Comunidad que languidecía en el Levante feliz.
En la época de Joan Lerma se construyeron nuevas escuelas e institutos, se crearon bibliotecas y se llenaron de libros, se construyeron polideportivos y se equiparon, casas de cultura, centros médicos, se acondicionaron carreteras y se crearon autopistas, se creó el metro de Valencia, el viejo cauce del Turia que era un terreno baldío y conductor de aguas fecales se transformó en jardines, campos de deportes y lugares de ocio para el ciudadano, etc. Las principales infraestructuras y redes de equipamiento que hoy conocemos en los municipios valencianos y a lo largo y ancho de la geografía del País Valenciano, fueron proyectados, ejecutados y puestos en funcionamiento en su mayoría cuando los socialistas del PSPV gobernaban una Generalitat, que también crearon de la nada, y la prácticamente totalidad de municipios valencianos. Es un ejercicio de memoria que todos los socialistas, desde el municipio más pequeño, deben reivindicar y hacer presentes de nuevo hasta la saciedad para que el ciudadano vuelva a comparar lo que han hecho unos y lo que hacen otros. Es un paso necesario y previo antes de ofrecer ideas nuevas como vacuna contra el "borrado masivo" y el "lavado de cerebro" ejercido contra la ciudadanía por el Partido Popular de Rita Barberá, Zaplana, Camps y multitud de alcaldes populares de nuevo cuño metidos en política al calor del dinero de las recalificaciones.
Alarte, ninguneado por el presidente Camps, ha centrado su labor en controlar la organización del PSPV buscando nuevos líderes locales al margen de las históricas familias celosas de sus cuotas de poder que mantienen al PSPV inmovilizado desde hace tres lustros. Ha centrado su discurso en la cabeza de Camps, como principal responsable del inmovilismo institucional, y está, por fin, defendiendo y dando a conocer la labor del gobierno de Zapatero en su demarcación. Lo que nunca debió dejarse de la mano de la suerte.
No es suficiente. Jorge Alarte debe ser promocionado a nivel nacional, en los medios de comunicación (como Patxi López) para que tenga eco en la sociedad valenciana. Desde la Comunidad Valenciana es imposible. Los posibles candidatos a gobernar las principales ciudades valencianas, con Valencia capital a la cabeza, también deben ser promocionados.
Mi muy querida Carmen Alborch, que es una mujer entrañable, laboriosa, trabajadora y muy inteligente, nunca ha tenido cartel ni ha sido profeta en su tierra. No ha tenido el empuje necesario para liderar una alternativa a Rita Barberá, popular de popularidad y cercana a su pueblo en unos niveles de complicidad máxima. Siempre se le ha visto fría y distante cuando no ninguneada por la propia organización socialista. A pesar de los años de actividad política es una desconocida para los propios valencianos de Valencia ciudad. Algo habrá que hacer para que le conozcan en todos los rincones de la ciudad y supere con creces la popularidad de la Barberá, si quiere quitarle el puesto en la capital de Reino.
Trabajo no falta, los socialistas deben salir a la calle y de forma permanente antes de las elecciones municipales y autonómicas para darse a conocer de nuevo y dar también a conocer las actuaciones pasadas sin avergonzarse de nada. El PP sólo ha dado una mano de pintura al edificio construido por los socialistas, pero los valencianos han perdido la memoria y es una labor primordial recordarles lo que era la Comunidad antes de la llegada de los socialistas al poder, en el ejercicio del poder y lo que es ahora con el Partido Popular en ese mismo poder autonómico.
Puede que estas reflexiones, que son reflexiones compartidas con miles de antiguos votantes socialistas y que hoy se abstienen o han cambiado de bando, caigan en saco roto y no sean tenidas en cuenta para su valoración por los dirigentes socialistas. Lo que sí que puedo asegurar, porque me consta y no es presunción, es que en el Partido Popular sí que leen este blog y toman nota.
3 comentarios:
Será porque vivo en ella, pero hablar de la Comunidad Valenciana me da una grima...mucho en rojo, y mucho más en azul...
Nuevo y renovado look ;)
Me gusta como te está quedando.
Queda molt per fer y algunes coses em tenen un poc mosca. Temps al temps.
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