30 junio 2009

LAS LUCES DE MIGUEL SEBASTIAN


Aún estoy esperando recibir las bombillas chinas de bajo consumo prometidas por el ministro Sebastián. No conozco a nadie que las haya recibido. Sin embargo, sumando los recibos de luz que pago mensualmente y sacando la media, me resulta que pago 7 euros de más con respecto a los recibos bimensuales del año anterior.

Ahora nos marean de nuevo con una nueva TUR (Tarifa de Último Recurso), - no se si las palabritas son de recochineo, pero lo parece- que representa una subida de laluz de un 2 % a partir del próximo miércoles. Se dice que será la última del año, es decir, pagaremos un 10 % de incremento de 2.008 más 5,4 % de este año (3,4 % desde enero pasado más este 2 %).

Para dulcificar nos dicen que podremos elegir compañía que nos explote, según parece, así se reduce la tarifa al haber competencia. Ya sabemos que eso de la competencia es mentira de todas todas, como en los móviles y como en la calidad de programas vía TDT. O este ministro no sabe donde tiene la mano derecha o con la mano izquierda recoge y calla. Es lo que me comentan por ahí los colegas.

La verdad es que cada vez me cuesta más defender lo que hace el gobierno y a este paso, sin dejar de ser de izquierdas, tendré que dejar de ser partidario de quien me está dando por el culo sin beneficio alguno. No creo que tenga que ver con las fechas del 40 aniversario del Orgullo, pero acordarme, me acuerdo.

Pd: El Ministerio de Industria, volverá a repartir las bombillas de bajo consumo a partir del lunes 6 de Julio en la que, esta vez si, le tocará a la Comunidad Valenciana. Creía que se habían olvidado de nosotros, siempre es bueno recordar lo que se está haciendo.

3 comentarios:

Carlos García R. dijo...

Hola Carolus, tocayo...

Bueno, la verdad es que te escribo en un estado algo melancólico y triste ya que, por culpa de un terrible e implacable virus conocido como "politiquae malignus", he perdido definitivamente a un viejo amigo.

Me he animado a intervenir en tu entrada precisamente por no haber entendido nunca, me refiero a mi, que el hecho de simpatizar con un partido político sirva para que, por ello, se le tengan que perdonar todos sus errores y defectos.
Y, por otro lado, entrar casi en éxtasis con sus aciertos.

A eso, según tengo entendido, se le llama sectarismo.

Yo creo que una cosa es la ideología y otra la política real. Tal vez haya alguien que no sepa distinguir entre ambos conceptos y piense que tú, por criticar una determinada decisión o iniciativa del partido con el que más te identificas, eres un traidor a la causa y un mal militante de izquierdas.

Yo, personalmente, pienso que es mucho más sana tu postura que la de aquellos que se puedan creer con derecho a criticarte por discrepar de la doctrina de un partido, o de eso llamado "el pensamiento único".
Creo que el objetivo no es subir a los altares a un determinado líder político, sino conseguir de la mejor manera posible (aun a riesgo de equivocarse) el bienestar y la tranquilidad de los ciudadanos.
Y a eso no parecen estar muy dispuestos la mayoría de nuestros magníficos y estupendos líderes políticos.
Prefieren en altar.

Calurosos saludos.

Carolus Primus dijo...

Hola Carlos:

Siento esa pérdida "definitiva" de un viejo amigo por motivos de opinión política. Supongo que encontrareis en algún otro momento otra cosa que os una de nuevo, es lo lógico.

Mis mejores amigos no son precisamente socialistas, sino todo lo contrario. Nuestros debates son apasionados y encarnizados. Salvo alguna rara excepción la sangre deja de correr tras unas fresquísimas birras.

Como tu, pienso que el partido es una cosa, las ideas otra y las decisiones políticas o de cualquier otra índole que toman otros, algo muy criticable sobre todo si nos afecta a nosotros directamente.

Si te sirve de algo, los del PSOE con los que me muevo creen que soy algo de derechas, los del PP y los de IU que soy un fanático del PSOE. Y claro, "zoy un incomprendido".

Para no variar, eso del "pensamiento único" siempre se ha aplicado al intransigente de derechas, ultracatólico y demás. No sé porqué regla de tres se nos aplica por la derecha a los que decimos que somos de izquierdas cuando en las izquierdas lo que nos diferencia es justamente la variedad en la forma de pensar.

Soy de los que me dedico a pegar carteles, repartir panfletos y partirme la cara con quien sea con tal de que vayan adelante las ideas de los más próximos a las mías, los del PSOE. Cosas que muchos afiliados que conozco no hacen y yo no soy afiliado a ningún partido. Justa,emte duimuestro mi independencia al opinar tanto dentro como fuera de una organización que me acepta tal como soy. Pero eso no siempre es así cuando me encuentro con papistas. Y por casualidad siempre han coincidido en cambiar de partido buscando la excusa más peregrina.

No creas que voy a ceder por darte el "gustazo" para levantarte de esa melancolía. Jódete por ser facha y "politiquae malignus". Yo también me he quedado sin "amigos" por el camino.

Bueno, para que no te quedes triste, recibe un fuerte abrazo, que ya veo que estás más por la música que por la política y eso es felicidad.

Saludos tocayo.

Carlos García R. dijo...

Je, je... vaya!!!. ¿Pero ha sido bueno el intento, verdad?

Bah, en serio.
Tampoco pretendía que renegaras de tus ideas ni de tus simpatías políticas. Es más, si lo hicieses me darías un disgusto más que un "gustazo". Solo faltaría que empezaras a darme la razón, o yo a ti... sería insoportable y aburridísimo.

Solo quería dejar claro que la autocrítica, en la mayoría de los casos,es un sano ejercicio que muy poca gente practica, y seguro que tú conoces a más de uno.

Por ejemplo, a mi me cae bien... Rajoy, no... La Espe, no... Rosa Díez, pche, pche... bueno, llamemoslé X.
X es mi lider carismático, mi ídolo político, mi alter ego, pero estoy seguro de que si X me mete la mano en la cartera le "zurro". Vaya que si le zurro.

Por eso no entiendo como alguien puede consentir que otro le perjudique, en la forma que sea, simplemente porque le cae bien. Cuando al otro, que le cae mal, no le perdona ni una.

Pues nada... tras esta sesuda reflexión garrafón, me despido.

Un abrazo para ti también.