En la Comunidad Valenciana ya está muy claro el próximo paso del PP: convocar elecciones anticipadas. Con el caso Gürtel que mantiene a su militancia movilizada y con un PSPV-PSOE aparentemente desestructurado, sin militancia comprometida, de vacaciones permanentes y sin líderes conocidos o reconocidos como tales por la ciudadanía valenciana, el resultado está cantado a favor del Partido Popular, lo que además representaría el perdón de los pecados para Camps.
El milagro de que la corrupción sirva de revulsivo para que el ciudadano castigue al PP es una utopía mientras no exista un partido socialista que ponga toda la carne en el asador y se prepare decididamente para hacerse con las riendas del gobierno valenciano. Olvidarse de la corrupción como arma política, presentar una alternativa moderna que afirme los propios valores y proyectos más que ir a la contra del PP y, sobre todo, preocuparse de sumar colaboradores y crear una maquinaria electoral engrasada y potente, con objetivos claros para sus propios afiliados y dirigentes locales, va a ser muy prioritario para salvar los muebles y construir una nueva casa en la que quepan todos los que deseen el cambio de verdad.
El problema para el PSOE, tanto en Valencia como en Madrid, es el propio PSOE. Sin alternativa al PP donde este gobierna, sin líderes claros que despierten del largo letargo en primer lugar a sus afiliados y en segundo a los potenciales votantes socialistas, no hay mucho que hacer salvo salir de las sedes y de los despachos y dar la cara dejándose la piel ante el elector, uno por uno, sin perder tiempo.
A los socialistas valencianos les va a pillar en bragas si alguien no lo remedia. Aún están en obras y restando apoyos tras casi un año de supuesta renovación. A Jorge Alarte, mal que pese decirlo, no lo conoce ni Dios, mucho menos cuál es su idea de organización y de proyecto político. La estructura provincial, desmontada la comarcal, va a tener que hacer un esfuerzo titánico ante las elecciones que se avecinan . Tanto si se convocan de forma inminente como si no, ya deberían estar moviendo el culo para no dar descanso a las agrupaciones locales, que son la única maquinaria electoral de la que disponen. Porque si alguien no lo sabe, ya estamos en campaña electoral y los del PP no toman vacaciones de cara al ciudadano, se juegan los beneficios tipo Gürtel.
Sobre el liderazgo que movilice a las bases socialistas, a falta de otras ideas y descartada Leire Pajín, que no puede ni debe arriesgarse sin garantías plenas de éxito, sólo se me ocurre presentar como candidato a President de la Generalitat al portavoz en Les Corts Valencianes, Angel Luna. Sinceramente porque es el que más suena últimamente en los medios de comunicación y del que se acordarán, por el mismo motivo, los electores a la hora de emitir su voto.
Queda una tercera vía que es resucitar al ex-President, Joan Lerma , y eso sería exigirle un sacrificio demasiado atrevido a quien perdió y se alejó por circunstancias externas a su propia gestión y poder de convocatoria. Pero es el único que podría aglutinar a la militancia en circunstancias excepcionales, como esta, para el socialismo valenciano. Conoce la organización y a los que pueden reparar las cañerías averiadas, además, su labor y prestigio a pesar de los años transcurridos están intactos para resistir una comparativa con la gestión realizada por los sucesivos gobiernos populares. Por otra parte, se deja la piel sin descanso tanto en un mitin multitudinario como en un local de mala muerte de un barrio perdido en un pueblo olvidado. Si añadimos a esto unas cuantas ideas novedosas como promesas electorales y el protagonismo de los afiliados, comprometidos en buscar refuerzos y multiplicarse por tres, sería suficiente para dar el paso decisivo que rompiese la tendencia absolutista y monocolor del PPCV en la Comunidad Valenciana. Podría dar la sorpresa y en todo caso pararía los pies al partido gobernante hasta que viniesen mejores tiempos para el PSPV. ¿Alguna otra idea, por favor?.
No encuentro otra alternativa tal y como están las cosas. Jorge Alarte, actual secretario general del PSPV-PSOE (me cae muy bien como persona pero no conozco a nadie que lo reconozca como líder) no aparenta la talla política necesaria y por muy duro que se ponga dentro de la casa socialista, fuera no da miedo y solo es un chico simpático con apariencia débil, en realidad no existe ni siquiera en los medios de comunicación.. Fabricar un líder en un par de meses es estrellarse de nuevo si no lo conoce nadie, él mismo está metido en su propia torre de marfil sin que la ayuda de sus colaboradores pueda hacer algo para remediarlo.
Se está perdiendo un tiempo precioso que debería ser empleado para preparar a fondo las próximas elecciones autonómicas y, por supuesto, las municipales. Lógicamente no se debería escatimar en actos, en personal, ni en medios. Los electores lo único que piden es un esfuerzo de voluntad de los que solicitan su voto. Si no se trabaja, con esfuerzo y con las ideas muy claras, se pierde.
Lo que se juega no es sólo la Comunidad Valenciana, sino todo un proyecto global a nivel estatal para mayor beneficio de los ciudadanos y estos deben asimilar muy claramente que existe un proyecto, una organización y líderes dispuestos a dejarse la piel en el camino.
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