29 marzo 2010

PSOE: EVITAR EL DESASTRE ELECTORAL

En El Confidencial.com informan que los principales barones y dirigentes del PSOE piden la cabeza de Leire Pajín y un cambio de estrategia para evitar el desastre electoral a tenor de las encuestas que se manejan en Ferraz.

En el primer caso no creo que se le deba atribuir toda la responsabilidad a una sola persona, si esos datos son correctos. En segundo lugar, sí es preciso un cambio de estrategia a todos los niveles de la organización socialista, porque no se puede esperar que la masa electoral reflexione en favor del PSOE cuando los medios informativos, que son en definitiva los que orientan la opinión y el voto, no se controlan o no son afines.

Y gran culpa de ello la tiene el propio Gobierno socialista en su política comunicativa. Por ejemplo: al no utilizar los medios de comunicación estatales en su propio favor como lo han hecho todos los gobiernos anteriores y como lo hacen desde el PP, descaradamente, en las instituciones que controlan. Otro gran error ha sido entregar las señales de la TDT, a través de las comunidades autónomas, a empresas ligadas a organizaciones hostiles al gobierno que en su mayoría se dedican a bombardear al ciudadano con mensajes de muy dudoso calado democrático.

Si a ello unimos que en la prensa hablada y escrita el PSOE ya se encontraba en inferioridad de condiciones, solo queda pedir un milagro. Como el milagro de la recuperación económica no está previsto, y mejor es no esperarlo, sólo queda utilizar las propias fuerzas para salir adelante.

Movilizar a las bases cuesta su tiempo. El espíritu de “funcionario” es difícil de erradicar cuando el PSOE está compuesto en su mayoría por afiliados ligados al servicio público, o que por formación educativa, intelectual o artística, pretenden estarlo a la función pública. Los trabajadores concienciados, obreros, son minoría y su formación se limita a pegar carteles.

De esta forma es difícil conectar con la masa electoral, trabajadores en su mayoría que no tienen conciencia de clase alguna: lo mismo se pueden ir a la izquierda que a la derecha o la extrema derecha, sólo quieren que se les resuelvan las habichuelas sin dolores de cabeza. Y están en lo cierto. El problema es que cuando no se quiere tener dolor de cabeza no se quiere pensar y con la guardia baja el mensaje fácil, catastrofísta y exculpatorio, entra con facilidad. Juegan los extremistas y ya no valen explicaciones de otro tipo.

Zapatero debería hacer caso a la “vieja guardia”: Felipe González, Afonso Guerra, Carlos Solchaga, Txiqui Benegas y Joaquín Almunia tienen la suficiente experiencia de gobierno y de partido. Pero al margen de ello, la organización socialista debe servir para algo más que escuela de conspiradores de salón y nutriente de cargos públicos y enchufados, se pierde demasiado tiempo en estos menesteres. Algo natural en todos los partidos políticos. Mejor es convertirlos en agitadores y propagandistas, porque la formación intelectual ya les viene dada de la universidad, vivero de dirigentes con mentalidad y esquema tradicional conservador y lenguaje de "izquierdoso". Nada que ver con la clase trabajadora o la ciudadanía "proletaria", ajena a salvar o querer ser salvada y que sólo piensa en llegar a fin de mes, tomarse unas cervezas y tener mejor coche o piso que el vecino.

Lo que hay que hacer es preparar a la base de afiliados y lanzarlos ya a la campaña electoral, con un panfleto en la mano y casa por casa, no esperar a las dos semanas de campaña oficial cuando los electores están más que hartos de tanto papel en sus buzones, los tiran sin contemplaciones al cubo de la basura. En ese momento ya saben lo que van a votar, o no votar.

En la campaña oficial lo práctico es hacerles llegar el sobre y la papeleta de voto, en mano y dando la cara, aparte de inundar el buzón para asegurarse. Si la entrega la hace un afiliado socialista del barrio, al que ya conocen, da mas confianza.

Nadie quiere dar lecciones de nada y menos un servidor. Sólo es recordar lo que se suele hacer para ganar, lo que se ha hecho toda la vida. Es posible que con tanto trabajo entre el ayuntamiento y la sede socialista, se olvide que la gente está en la calle o en sus casas y que sólo se enteran por los medios de comunicación. Si no se tienen esos medios habrá que crear fórmulas alternativas. 

Hay que salir y perder el miedo, no hay fórmula mágica.

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