01 octubre 2010

¿ EN QUÉ PIENSA ZAPATERO ?



La derecha lo odia a muerte. La izquierda, que le ha venido apoyando hasta la fecha, la va perdiendo a pasos agigantados. La prensa la tiene en su contra. Sus aliados europeos le ponen la zancadilla. Sólo le van quedando aduladores que lo mantienen secuestrado en su mundo monclovita. Se autoinmola mismamente.


Carrillo ha dicho que "el mayor reproche que le puede hacer" al presidente Zapatero es "haber vuelto de Bruselas diciendo que las medidas iban a resolver la crisis, y eso no es verdad".

"Si Zapatero hubiera dicho que le habían puesto una pistola en el pecho y que no tenía más remedio que tomar estas medidas porque sino iban a hacer lo que hicieron con Grecia, le hubiéramos comprendido", ha afirmado el ex-secretario general del PCE, que de esto tiene algo de experiencia.

Salvo un par de ministros el resto podría irse a casa perfectamente. No hacen falta, ni se les ve su trabajo ni son mediáticos. Zapatero ya no tiene ideas ni política propia, todo viene de Berlín. París o Bruselas. Ni siquiera los santones del PSOE (antes barones) saben qué hacer. El agua se les cuela por el fregadero.

De esta guisa sólo se puede salir cambiando radicalmente el gobierno inmediatamente y con ministros (y ministras) que sean más mediáticos que Belén Esteban. Por lo menos nos divertiremos un rato.

Su política debe virar de nuevo 180 grados, demostrando con los cojones en la mesa ( enfrentarse a la realidad según la antigua definición de la RAE ) que es posible una política de izquierdas, al menos keynessiana o rooseveltiana.

Los partidarios sabrán apoyar a quien puede equivocarse y seremos todos corresponsables. La derecha, muy mayoritaria en el mundo de los tenderos hacia arriba y ya incluyendo a muchos trabajadores sin causa, podría darse un batacazo si se demuestra la validez de las alternativas socialistas en tiempos de crisis. En caso contrario no perderíamos nada.

Con estas políticas neoliberales estamos cautivos de los mercados y del pragmatismo (ideología) de París y Berlín, que hacen de su capa un sayo sin dar explicaciones. Por mucho que se siga esa corriente, los Moodyś y otros clubs calificadores no dejarán de aguarnos la fiesta. Están en ello.

Lo siento mucho Zapatero, el amor fue bonito mientras duró.

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1 comentarios:

Anónimo dijo...

Los ideales de Zapatero son buenos.