03 agosto 2006

Vivencias y autoprotección.

A veces creemos que poner barreras a nuestro alrededor nos protege de ser agredidos física o moralmente. La realidad demuestra que si alguien quiere entrar en nuestra vida íntima no necesita, precisamente, derribar la puerta blindada de nuestra casa. Patada en la pared es suficiente. Visión lateral de la vida.

Debemos considerar que la autoprotección parte más de nuestro propio interior. El conocimiento del "enemigo"es mucho mas valioso para nuestros fines que ignorar su existencia. Convivir con los demonios propios y extraños ayuda a capear el temporal de nuestra vida diaria. Identificarlos y tenerlos "aparentemente" controlados es nuestra lucha. Si desaparecen , surgiran otros. Pero ya tendremos una vacuna para volver a empezar.

En sí, las vivencias, los deseos, las fustraciones y todo lo que nos ocurre, son similares o iguales en todas las personas. Las formas suelen ser diferentes pero el fondo siempre es el mísmo. Un ejemplo: Dos personas se dirigen en sus vehículos de Madrid a Barcelona, uno sale un día antes que el otro. Por el camino hasta llegar a su meta, los dos, a tiempos distintos, experimentaran situaciones similares y las afrontarán de forma parecida. Uno puede no equivocarse para una cuestión concreta y el otro no. En otra cuestión puede ocurrir al contrario.

Que el ejemplo sea demasiado sencillo, incompleto y aparentemente imcomprensible no quiere decir que no tenga miga. Depende de lo que quieras profundizar en él, de las vueltas que le quieras dar y de lo que pretendas estirar el tema. Te puedes comer un pastel y ya está. O puedes verlo, disfrutar con la vista.Olerlo, desentrañar sus aromas. Degustarlo, saborear sus esencias químicas. Y sentir placer. Has realizado las dos acciones por igual, pero en el segundo caso has sido consciente de su existencia y lo has disfrutado.

Con la protección de nuestros sentimientos, por poner un ejemplo, ocurre algo parecido. Funciona el mísmo mecanismo. Uno elige el momento y la forma. El problema es el tiempo limitado que nuestra existencia permite para disfrutar. Puedes elegir aplazar el momento, muchas veces es conveniente, pero ese mismo momento ya no vuelve a aparecer, deja de existir desde que lo dejas pasar.

Existe una teoría por la cual la existencia es el infinito: Si amplias por arriba , el planeta Tierra es un átomo dentro de otros átomos. Y si lo haces por abajo, el microscópio te adentra en otros mundos que se expanden hasta lo que no se puede ver. Todos estos mundos tienen su vida propia y pueden existir otros, paralelos o perpendiculares, que inciden en nuestra vida o nó.

Por desgracia, nuestras vidas son un instante que se vuelven polvo para volver al origen y componer otros organismos o sencillamente una piedra. La misma que cae cuando se la golpea con un martillo.

Por eso es preciso convivir con nosotros mismos, disfrutar de nuestra existencia interior, descubrir nuestros propios demonios y dominarlos por puro placer. Es nuestra mejor protección, no necesitamos puertas blindadas

0 comentarios: