18 diciembre 2006

Vergüenza aérea

EL TERCER MUNDO PARECE QUE ESTA AQUI

300.000 posibles afectados ,según la compañía de viajes baratos Air Madrid, están pendientes de que alguien solucione el transporte pagado con creces . 130.000 personas dispersas por todo el mundo, principalmente hispanoamérica , deben regresar a sus casas.

La chapuza, el cachondeo y una gestión tercermundista, con aparatos casi destartalados , retrasos injustificables y desprecio supino a sus clientes ha motivado la retirada de la licencia por parte del Ministerio de Fomento, Aviación Civil, a la Compañía Air Madrid.

La culpa y toda la responsabilidad es de la propia compañía, pero también del Ministerio de Fomento ,quien renovó la licencia de operaciones en Mayo, sabiendo las circunstancias en las que se movía esta empresa privada y permitiendo que se llegase a la situación actual, en la que miles de pasajeros se encuentran desamparados y pasando unas "vacaciones" navideñas que serán difíciles de olvidar.

La solución "humanitaria" del Ministerio que dirige Magdalena Alvarez , de proveer 8.000 plazas repartidas en otras compañías aéreas, es insuficiente y parece obedecer más a mala conciencia por no haber actuado a tiempo y correctamente.

Independiente de las acciones legales y reclamaciones que por vía judicial ejerza Fomento contra Air Madrid, es preciso tener en cuenta a los casi 1.300 trabajadores que se pueden quedar en la calle, algunos de ellos ya se han ofrecido a adquirir acciones de la compañía y hacerse cargo de la gestión. Y sobre todo solucionar rápidamente el problema generado, utilizando las aeronaves de la propia compañía que reunan los requisitos de seguridad exigibles y fletando los aviones que hagan falta.

Podría decir que la oposición, el Partido Popular, se ha lanzado como hiena sobre la carroña, pero en este caso está en su papel y lo que se echa de menos es que no haya actuado antes, inmersos como estaban con sus "conspiraciones" y sus "memorias" de todo tipo. Aunque a destiempo, deben exigir responsabilidades y sobre todo soluciones. Caiga quien caiga.

En todo caso, tal y como andaban las cosas, siempre es mejor quedar en tierra que saltar por los aires, dada la seguridad que ofrecían los aparatos y el descontrol organizatívo de los vuelos. Ello no implica el trato de pasotísmo total e inhumano con que son obsequiados los pasajeros , "atrapados" desde el viernes, en los aeropuetos de Barajas y El Prat. Alguien debe tomar decisiones válidas o dimitir.

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