IDEAS PARA ADELANTAR EL FUTURO
La crisis ocasionada por los altos precios del petroleo, que afecta prácticamente a todas las áreas de la actividad económica, es un aviso más -en 1.973 fue el primero y más grave- de que la búsqueda de alternativas energéticas, sobre todo en España que depende totalmente del exterior, es más necesaria que nunca.
Es una crisis mundial, venida en gran parte por una mala gestión económica y guerrera de los neocón del Sr. Bush y de las necesidades energéticas de países emergentes como China, pero que a nivel regional -Francia, Inglaterra, España, etc.- el problema se ve en clave nacional originando que los demonios locales se vuelvan en contra de unos gobiernos que se las ven y se las desean para aguantar el tipo hasta la venida de tiempos mejores, tal vez se vea la luz cuando un tal Barak Obama siente sus posaderas en la Casa Blanca. Mientras tanto la impotencia de los sufridos consumidores comienza a tornarse en violencia para exigir medidas contundentes a sus mandatarios. Si Europa no fuese un reino de taifas y hubiese actuado unida frente a los Estados Unidos de Bush, me refiero a sus dirigentes no a la también sufrida población de esa gran nación norteamericana, entonces no nos encontraríamos , seguramente, ante una crisis tan grave, movida en origen por el expolio del petróleo de Irak por parte de unos dirigentes cuyos intereses primeros y últimos – todos los miembros del gobierno de Bush provienen de compañías ligadas al sector energético y petrolífero- siempre han sido los de controlar el mercado energético mundial por la fuerza.
Cuando todo pase, es decir, cuando las autoridades encuentren un punto de entendimiento con los representantes de todos los sectores que se vayan manifestando por efecto dominó, pesqueros, transportistas, taxistas, lecheros y demás que se vayan sumando en exigencias legítimas por el incremento de los costes de los carburantes y que se verán repercutidos finalmente en los productos que adquieran los consumidores, con nuevas alzas de precios a nivel general, entonces empezaremos a respirar tranquilos. Aparecerán por otra parte, no solo en España, los pescadores en ríos revueltos que aprovecharán el cabreo de las masas en su propio beneficio. Si sabemos aguantar, tiempos peores hemos sufrido, encararemos el futuro con mayor optimismo.
Comprendo que cuando te encuentras con un piquete de desesperados manifestantes que exigen medidas para ya y con un garrote en la mano, de poco vale dar ideas para un futuro a largo plazo. De todas formas, se me ocurre lo que a cualquier españolito de barra de bar se le ocurriría, me gustaría desempolvar viejas ideas que siempre se prometen pero nunca se llevan a la práctica, seguramente por ser anuladas por la fuerza de los intereses de los grupos de presión, por ser inviables a corto y medio plazo o por ser demasiado obvias, teniendo en cuenta los presagios de negros nubarrones medioambientales que nos avecinan en un futuro próximo:
Priorizar todas las políticas económicas y educativas en la búsqueda de alternativas energéticas ecológicas (energía solar, eólica, desaladoras, etc) que sustituyan de inmediato y progresivamente a todas aquellas que sean más perjudiciales para el medio ambiente (nucleares) y para nuestro bolsillo, por dependencia del exterior (petróleo, gas y derivados).
Buscar el consenso nacional entre todos los sectores económicos y sociales, realizando además grandes campañas informativas y de concienciación ciudadana, para convertir nuestro país en pionero en investigación y uso de nuevas tecnologías que mejoren nuestra calidad de vida, sustituyendo los derivados fósiles en el plazo más pronto posible.
Debe ser un empeño nacional que pueda ser exportable y de beneficios en el futuro, en definitiva un cambio de mentalidad revolucionario basado en la ciencia y en la tecnología que nos ayude, además, a recuperar la salud de nuestro planeta.
Son tres grandes líneas de actuación, no novedosas por supuesto, pero que podrían dar comienzo en su aplicación casi de inmediato, independientemente de crisis coyunturales como la recesión en la que estamos a punto de entrar. Se me ocurren algunas medidas a modo de ejemplo que, por supuesto, pueden ser otras:
Obligación de utilizar energía eléctrica y térmica a través de placas solares, subvencionadas en parte por los gobiernos nacional y autonómicos, en todas las viviendas de nueva construcción.
Sustitución de todos los transportes públicos en vías urbanas, o interurbanas de corto y medio alcance, que utilicen derivados del petroleo por otros que utilicen energía eléctrica , o solar cuando esta tecnología esté disponible.
Incentivar a la industria de la automoción para que los vehículos del futuro (solares, eléctricos, de hidrógeno o de las energías menos dañinas para el medio ambiente que vayan surgiendo) sean una realidad a corto y medio plazo.
Los planes RENOVE en electrodomésticos y en los vehículos deben ser ampliados y con la mayor difusión posible, para la sustitución progresiva por otros menos contaminantes y menos dependientes de carburantes, en el caso de los vehículos.
Supongo que la OFICINA DE IDEAS, del ex-ministro Caldera, estará trabajando en ello y que, mientras tanto, el Gobierno de España ofrecerá a los que ahora se manifiestan airados algún tipo de rebaja en el impuesto de los gasóleos para calmar las aguas. Pero tarde o temprano el combustible que tanto usamos dejará de fluir y habrá que tomar medidas similares a las apuntadas anteriormente como ejemplo. Cuando más pronto comencemos a vivir como si estuviésemos en el futuro inmediato que nos espera, mucho mejor.
Todo esto es un sueño. Hace cuarenta años Martin Luther King, tuvo un sueño.... esperaba a Obama.