10 junio 2008

MAS HUELGAS Y ORDEN PUBLICO

LOS TRANSPORTISTAS DEBEN RESPETAR LA LEY, COMO TODOS.

El resto de los españoles tenemos tanto derecho o más a cortar las carreteras y saltarnos la ley de seguridad vial a la torera. Es lo que se desprende de la permisividad con que el Gobierno está obsequiando a un grupo de saboteadores que sólo piensan en sus propios intereses. Nadie les niega su derecho a ejercer la huelga, no trabajar como protesta es lo máximo que concede ese derecho, pero otra cosa bien distinta es aprovechar las circunstancias para montarse la gran juerga a costa del resto de transportistas que sí quieren trabajar, bloquear las carreteras perjudicando al resto de los conductores y crear una situación de caos y desabastecimiento, que a la larga produce de forma obligada una huelga general encubierta.

Las medidas que deba tomar el Gobierno para satisfacer a los transportistas, y a todos los que vengan después si cunde el ejemplo, es independiente de la situación de orden público que se está generando. Nadie duda del legítimo derecho que tienen los transportistas a obtener satisfacción a sus demandas, pero no tienen ningún derecho a perjudicar al resto de los ciudadanos que ,al fin y al cabo, vamos a tener que pagar la factura ya no solo del resultado de las negociaciones sino también de los agravios que nos ocasionan por extralimitarse en sus derechos.

No faltaran aves carroñeras que intentarán convertir esta situación, en la que el Gobierno español tiene poco margen de maniobra -habría que montar la huelga en Bruselas mas bien-, en un ataque directo al propio gobierno, pero con la patada en el trasero de todos los ciudadanos ¿ Conseguirán de puñetera casualidad lo que no han podido conseguir en cuatro años ?.

Esta es otra luz roja indicando lo que nos espera si el Gobierno de España, que es quien debe garantizar los derechos de la mayoría sin menoscabar los de la minoría, no se pone las pilas y actúa con contundencia y avisando a las claras. Aplicar la ley sin excepción es lo que se precisa, sin dejar por ello de seguir negociando hasta alcanzar un acuerdo que satisfaga a las partes y no lesione a terceros, es decir, a los que nos están tocando el amor propio, por no decir otra cosa.

Cuando las cosas se ponen mal es cuando se mide el nivel del gobernante. Explicar y dar la cara es muy preciso Informar del alcance de la crisis y de lo que se nos viene encima, así como de las posibles soluciones y de los sacrificios que debamos adoptar para salir adelante es primordial. No hay que dejar opción a que otros comuniquen una interpretación diferente a la que se quiere comunicar. Si a los demás se nos ponen multas por entorpecer el tráfico y nos retiran el permiso de conducir por minucias, o nos precintan el vehículo, o nos lo retiran a nuestro cargo cuando incumplimos la ley, ¿ Por qué regla de tres no se hace lo mismo con los huelguistas que, en su caso, la incumplan ?.

Todo tiene salida y de esta saldremos y volveremos a empezar, pero tengamos la fiesta en paz.