Ni un euro se les debe dar a las autonomías del PP para Dependencia, Sanidad, Educación o Servicios Sociales como pide Rajoy. Justamente por ahí expolian lo público hacia lo privado y "blanquean" sus millonarias actividade lúdicas. Sería de una irresponsabilidad grave para con el ciudadano acceder a dichas peticiones.
El dinero del Estado, en este caso, cuyo deber es asegurar la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos frente a la opulencia sin freno de algunas autonomías, debe ser directamente gestionado por la propia Administración Central. Es la mejor forma de tener la certeza de que las ayudas van directamente a sus beneficiarios.
Para no equivocarse, lo mejor que puede hacer el Gobierno de España es consultar con su propio Partido y con su propia administración periférica para evaluar la situación, que no es otra que la de despilfarro y desvio de fondos a hospitales, colegios y servicios sociales privados, preferentemente gestionados por amigos o socios del propio PP, y el buscado hacinamiento y descontrol en las empresas y servicios públicos, perjudicando seriamente a los ciudadanos.
La negatíva del Gobierno Central a subvencionar coladeros de fondos públicos y la exigencia de clarificación en las cuentas de las administraciones autonómicas, máxime cuando todos nos estamos apretando el cinturón, debe ser acompañada de una clara denuncia pública de las actividades que no se ajusten a su verdadero cometido. No es cuestión de una denuncia puntual y olvidarse, porque estas administraciones durante años han estado ejerciendo el "desvio" intencionado de fondos y el desprecio a los ciudadanos a los cuales iban destinados dichos fondos. No van a cambiar ahora, por mucho que diga Mariano Rajoy. Por eso es preciso que junto con la negativa y la exigencia, la denuncia sea permanente y a los más altos niveles.
Investiguen y denuncien, por favor. Ustedes tienen los datos, utilícenlos.
El dinero del Estado, en este caso, cuyo deber es asegurar la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos frente a la opulencia sin freno de algunas autonomías, debe ser directamente gestionado por la propia Administración Central. Es la mejor forma de tener la certeza de que las ayudas van directamente a sus beneficiarios.
Para no equivocarse, lo mejor que puede hacer el Gobierno de España es consultar con su propio Partido y con su propia administración periférica para evaluar la situación, que no es otra que la de despilfarro y desvio de fondos a hospitales, colegios y servicios sociales privados, preferentemente gestionados por amigos o socios del propio PP, y el buscado hacinamiento y descontrol en las empresas y servicios públicos, perjudicando seriamente a los ciudadanos.
La negatíva del Gobierno Central a subvencionar coladeros de fondos públicos y la exigencia de clarificación en las cuentas de las administraciones autonómicas, máxime cuando todos nos estamos apretando el cinturón, debe ser acompañada de una clara denuncia pública de las actividades que no se ajusten a su verdadero cometido. No es cuestión de una denuncia puntual y olvidarse, porque estas administraciones durante años han estado ejerciendo el "desvio" intencionado de fondos y el desprecio a los ciudadanos a los cuales iban destinados dichos fondos. No van a cambiar ahora, por mucho que diga Mariano Rajoy. Por eso es preciso que junto con la negativa y la exigencia, la denuncia sea permanente y a los más altos niveles.
Investiguen y denuncien, por favor. Ustedes tienen los datos, utilícenlos.
1 comentarios:
[i]La negatíva del Gobierno Central a subvencionar coladeros de fondos públicos y la exigencia de clarificación en las cuentas de las administraciones autonómicas, máxime cuando todos nos estamos apretando el cinturón, debe ser acompañada de una clara denuncia pública de las actividades que no se ajusten a su verdadero cometido.[/i]
Ésa es precisamente la tarea que nos toca hacer a nosotros, los ciudadanos de a pie.
Mi opinión personal es que ahora mismo tenemos un Gobierno que, sin ser perfecto, es mucho más propicio a ser modificado y encaminado por el buen camino... pero sólo si no dejamos de meter caña y llamar a las cosas por su nombre.
Hoy en día hay demasiadas distracciones... y por eso a la hora de la verdad no es de extrañar que tendamos a defender lo privado, lo que pertenece a nuestro universo más cerrado (y que cada día se va cerrando más).
Qué irónico resulta ver a los "populares" de aquí, de Madrid, decir en sus hermosos carteles publicitarios que defienden los servicios públicos... y, a la hora de la verdad, ver cómo derivan a los pacientes a las empresas de sus "coleguillas" (demasiadas órdenes religiosas por ahí... demasiado cantoso). ¡Normal que defiendan lo público, si es de donde sacan la pasta ellos y sus socios! Me pregunto si habrá estadísticas y análisis de este fenómeno... es tan repugnante que creo que va siendo hora de armar un poco de ruido y que caigan algunas cabezas.
P.D.: Buen blog, señor Carolus. Me gusta tu estilo, y los cojones que echas a la hora de tratar ciertos temas :)
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