Lo que reclama el electorado valenciano es un cambio generacional en la clase dirigente del PSPV-PSOE, a nivel autonómico y sobre todo a nivel local. Y un proyecto adaptado a la Comunidad como el de Zapatero, añadiendo el carácter lúdico de grandes eventos y festejos que practica el PP. Es mi opinión.
Ángel Luna, redactor entre otros de la ponencia política que ha tenido la virtud de agitar las aguas en el socialismo valenciano, lo cual hacía mucha falta, ha matizado lo publicado en prensa sobre la famosa ponencia en un artículo publicado hoy en LEVANTE-EMV y titulado Una ponencia para ganar el cambio, es interesante echarle un vistazo:
Primero empieza reconociendo la previsible "agitación" que iba a provocar una ponencia de tales características y que el acuerdo y el entendimiento es fácil mientras se manifieste en lenguaje abstacto:"Cambios", "renovaciones", "nuevos discursos", "nuevos liderazgos", etc. y no lo es tanto cuando hay que plasmarlo en lo concreto.
Afirma que la polémica ha sido suscitada por las simplificaciones emocionales expresadas en las primeras referencias informativas que han ido apareciendo en los medios de comunicación "machaconamente", donde los términos "renunciamos" y "giramos al centro" o el cambio en las siglas del Partido Socialista es lo que ha trascendido, cuando lo que se buscaba era un debate que permitiera "un más fácil acceso a la mayoría social". Reconoce que la ponencia "quizás le hemos escrito muy mal" pero no era esa la intención.
Los valores que se defienden en la ponencia - añade- no se separan un ápice de los contenidos y de las resoluciones aprobadas en las Conferencias o Congresos celebrados últimamente. Quizás la aceptación de la iniciativa privada (privatizaciones) en la prestación de algunos servicios públicos, como los que se realizan en algunas Mancomunidades de municipios es lo que haya podido dar lugar a dudas y que no tienen nada que ver con gestión de servicios públicos, como el sanitario, tal y como lo realiza el PP. De hecho "rescatar las concesiones adjudicadas por el PP puede requerir muchos recursos de una Generalitat en bancarrota que vamos a heredar". Por lo que el único compromiso que se menciona en esta ponencia es el de realizar "una evaluación" cuando llegue el momento en materia de privatizaciones o de rescate de servicios privatizados.
Lo que sí deja muy claro Ängel Luna, es que no hay renuncias pero hay que tener muy en cuenta que el 33% de los valencianos se reconoce de izquierdas, lo cual es insuficiente para tener una mayoría social si no se ofrece una alternativa válida al electorado que ocupa un amplio espectro hacia el centro y que no está de acuerdo con la política despilfarradora del PP en la Comunidad Valenciana.
La duda la deja precisamente en el tema de los símbolos - el cambio de siglas del PSPV por PSCV, por ejempo- que, aun reconociendo el alto coste emocional que ello pudiese suponer prefiere unos símbolos más inclusivos.
Queda para el debate, como decía al principio este humilde bloguero. Para mí como observador externo, el debate ni es ideológico ni de cambio de siglas, sino de liderazgo en todos los niveles del socialismo valenciano, lo que requiere un cambio sustancial en las caras y en las formas de presentarse al electorado valenciano, sin que ello signifique apartar o arrinconar a nadie. Sencillamente "los viejos" deben apartarse y dedicarse a buscar nuevos valores que puedan dirigir la Federación Valenciana y , por supuesto y más importante todavia, las agrupaciones locales. Un buen programa adaptado a la realidad social valenciana, una formación permanente para los afiliados y así puedan neutralizar los medios de comunicación hostíles y realizar directamente, en la calle y de tu a tu, la labor que nunca deberían de haber dejado de realizar, como es la transmisión de sus ideas, y asumir el mejoramiento de las políticas lúdicas que tanto utiliza el PP y que tanto gustan a los valencianos, es un buen punto de partida.
Por supuesto es una simplificación también , pero abarca mucho más, y eso es responsabilidad de los propios socialistas valencianos... si quieren ocupar de nuevo el poder en la Comunidad Valenciana.
Ángel Luna, redactor entre otros de la ponencia política que ha tenido la virtud de agitar las aguas en el socialismo valenciano, lo cual hacía mucha falta, ha matizado lo publicado en prensa sobre la famosa ponencia en un artículo publicado hoy en LEVANTE-EMV y titulado Una ponencia para ganar el cambio, es interesante echarle un vistazo:
Primero empieza reconociendo la previsible "agitación" que iba a provocar una ponencia de tales características y que el acuerdo y el entendimiento es fácil mientras se manifieste en lenguaje abstacto:"Cambios", "renovaciones", "nuevos discursos", "nuevos liderazgos", etc. y no lo es tanto cuando hay que plasmarlo en lo concreto.
Afirma que la polémica ha sido suscitada por las simplificaciones emocionales expresadas en las primeras referencias informativas que han ido apareciendo en los medios de comunicación "machaconamente", donde los términos "renunciamos" y "giramos al centro" o el cambio en las siglas del Partido Socialista es lo que ha trascendido, cuando lo que se buscaba era un debate que permitiera "un más fácil acceso a la mayoría social". Reconoce que la ponencia "quizás le hemos escrito muy mal" pero no era esa la intención.
Los valores que se defienden en la ponencia - añade- no se separan un ápice de los contenidos y de las resoluciones aprobadas en las Conferencias o Congresos celebrados últimamente. Quizás la aceptación de la iniciativa privada (privatizaciones) en la prestación de algunos servicios públicos, como los que se realizan en algunas Mancomunidades de municipios es lo que haya podido dar lugar a dudas y que no tienen nada que ver con gestión de servicios públicos, como el sanitario, tal y como lo realiza el PP. De hecho "rescatar las concesiones adjudicadas por el PP puede requerir muchos recursos de una Generalitat en bancarrota que vamos a heredar". Por lo que el único compromiso que se menciona en esta ponencia es el de realizar "una evaluación" cuando llegue el momento en materia de privatizaciones o de rescate de servicios privatizados.
Lo que sí deja muy claro Ängel Luna, es que no hay renuncias pero hay que tener muy en cuenta que el 33% de los valencianos se reconoce de izquierdas, lo cual es insuficiente para tener una mayoría social si no se ofrece una alternativa válida al electorado que ocupa un amplio espectro hacia el centro y que no está de acuerdo con la política despilfarradora del PP en la Comunidad Valenciana.
La duda la deja precisamente en el tema de los símbolos - el cambio de siglas del PSPV por PSCV, por ejempo- que, aun reconociendo el alto coste emocional que ello pudiese suponer prefiere unos símbolos más inclusivos.
Queda para el debate, como decía al principio este humilde bloguero. Para mí como observador externo, el debate ni es ideológico ni de cambio de siglas, sino de liderazgo en todos los niveles del socialismo valenciano, lo que requiere un cambio sustancial en las caras y en las formas de presentarse al electorado valenciano, sin que ello signifique apartar o arrinconar a nadie. Sencillamente "los viejos" deben apartarse y dedicarse a buscar nuevos valores que puedan dirigir la Federación Valenciana y , por supuesto y más importante todavia, las agrupaciones locales. Un buen programa adaptado a la realidad social valenciana, una formación permanente para los afiliados y así puedan neutralizar los medios de comunicación hostíles y realizar directamente, en la calle y de tu a tu, la labor que nunca deberían de haber dejado de realizar, como es la transmisión de sus ideas, y asumir el mejoramiento de las políticas lúdicas que tanto utiliza el PP y que tanto gustan a los valencianos, es un buen punto de partida.
Por supuesto es una simplificación también , pero abarca mucho más, y eso es responsabilidad de los propios socialistas valencianos... si quieren ocupar de nuevo el poder en la Comunidad Valenciana.
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