Jorge Alarte no es ningún perdedor, por lo tanto lo lógico es que imprima un nuevo carácter que elimine el conformismo instalado en las estructuras del PSPV-PSOE desde hace tres lustros. Actualizar el mensaje sin perder los principios, activar unas bases medio muertas recuperando su protagonismo y eliminar todos aquellos elementos que impidan la regeneración y la incorporación de nueva savia, que convierta al PSPV-PSOE en útil para los valencianos progresistas que esperan impacientes un proyecto al que incorporarse es la principal tarea a incluir en la agenda de trabajo.
Contrarrestar el poder de influencia que ejerce el PP en los valencianos, a través de los medios de comunicación, va a a ser una tarea titánica . Si no se cuenta con algún apoyo externo a través de algún medio de comunicación de masas importante va a ser prácticamente imposible. Por eso es preciso y fundamental devolver de nuevo el protagonismo a los afiliados y militantes de base. Darles formación desde el primer día de afiliación, que conozcan la ideología incluso los que ya poseen carnet, que tengan elementos para saber debatir con soltura dentro y fuera de la organización, que conozcan el funcionamiento real de las instituciones locales y autonómicas, que sean expertos en técnicas de comunicación y que estén convencidos de la bondad y calidad del "producto" que desean y que quieren compartir con el resto de la sociedad valenciana requerirá voluntad y muchos "pasos".
Es necesario y saludable contar con afiliados que, a cambio de una módica cuota, reciban como contraprestación no sólo la posibilidad de acceder a puestos de poder, que permitan cambiar la sociedad, sino también la debida formación que distinga al militante socialista del que no lo es. De esta forma se transmitirá al ciudadano la verdadera esencia del socialismo y de la sociedad que se desea.
Puede que estas palabras no sean muy claras, pero lo que está muy claro es que socialismo no es afiliarse para ser alcalde o concejal y luego hacer uso de un poder que no distingue la mera gestión municipal independientemente del partido por el que uno se presente. Ni tampoco lo es mirar a otra parte, para proteger cuotas de poder y ampliaciones burocráticas de competencias, mientras otros "compañeros" abusan de su poder tratando a los ciudadanos como de primera o de segunda, por no decir con prepotencia, soberbia y desprecio al contribuyente que paga su sueldo, si lo hay. Puede que este sea el origen de que se tarde tanto en recuperar "lo perdido" en la Comunidad Valenciana.
También lo es, el origen del pecado, tener las mismas caras a perpetuidad en los cargos públicos. Parece que el resto de militantes no estén cualificados para nada, salvo para servir de comparsas a los ediles - en el caso de organismos municipales - o que estos cargos públicos perpetuos sean necesariamente imprescindibles, porque en caso contrario pudiesen dejar de "ser socialistas en activo". ¡Con la falta que nos hacen "estos cuadros"!.
Creo que me he explicado bastante claro como votante. Por eso aún no tengo opinión alguna sobre Jorge Alarte y su nueva ejecutiva. Si se regeneran a partir de ahora las estructuras básicas del socialismo valenciano, es muy posible que mi opinión sea tan favorable como la del resto de los valencianos que volverán a votar al PSPV-PSOE, en lugar de quedarse en casa para no votar... o votar por inercia según los dictados de Canal 9.
