Un ordenador conectado a internet es como un teléfono. La derecha utiliza ese teléfono de forma intensiva para sus comunicaciones. La izquierda no. Es desconocimiento de su utilidad práctica para la acción política que la izquierda lo use poco o casi nada. No creo que sea cuestión de saldo ni de costumbres ecológicas por parte de la izquierda, mas bien una forma de ver la vida "conservadora" y de satisfecha comodidad al utlizar las fuentes de información.
La importancia del uso de internet por parte de la militancia política viene dada por la rapidez con la que se obtienen las informaciones y por su capacidad de aunar criterios y de movilización. Es posible que las convocatorias por sms habidas entre simpatizantes progresistas entre los días 12 y 13 de marzo de 2.004, el famoso "pásalo", que reunió a miles de manifestantes frente a la sede del PP en la calle Génova para protestar por la "ambigüedad" con que el gobierno de Aznar informaba sobre la autoría de los atentados islamistas de Madrid, fuese el "aviso" para los simpatizantes de derecha de que controlar las comunicaciones con medios tecnológicos nuevos iba a ser el futuro y una nueva forma de "militancia" mucho más activa y poderosa.
Muchos estudiosos han analizado este fenómeno de los "sms" de Madrid. Lo cierto es que fue un hecho esporádico movido por la rabia y la impotencia de quienes se sentían engañados con fines electorales y que no ha tenido continuidad "sistemática" en las filas progresistas o de izquierda. Fue un hecho aislado pero que tuvo consecuencias por el impacto que causó en los medios de comunicación y, por supuesto, en el electorado. El cambio de voto que desembocó en una mayoría de izquierdas en el gobierno de España fue su consecuencia más inmediata, aunque la duda ya estaba instalada por la actuación irresponsable de un gobierno y de un partido, que solo quería obtener réditos partidistas en vez de ofrecer la verdad y que le hubiese ido mejor a sus propios intereses. El medio, los sms, en realidad fue una anécdota maximalizada posteriormente.
Visto el éxito que puede obtener un mensaje lanzado utilizando las nuevas tecnologías, un medio mucho más rápido y económico, como lo es un ordenador conectado a la red de internet, ha servido como vehículo principal para el "contraataque" desde el lado opuesto. Miles de páginas web fueron abiertas , inducidas o no, desde organizaciones políticas, económicas y religiosas de la derecha, para contrarrestar el posible avance de la izquierda. Los simpatizantes de derechas, muy jóvenes en su mayoría, se lanzaron a "comentar" en masa en todos los medios de comunicación, preferentemente los que consideraban de "izquierdas" o "progres", creando una cultura de "intoxicación" y de "cabreo" que paulatinamente se iba trasladando a la población civil. Y también militar y religiosa. Ello supuso en algunos momentos situaciones de enfrentamiento e incluso "pregolpistas" propiciados por la emisora de radio de los obispos , LA COPE, y la prensa escrita de derechas liderada por el diario EL MUNDO que ejercieron - y ejercen - una labor de coordinación y fijación de consignas a seguir por el resto de los medios de comunicación afines. La prensa denominada "digital" hizo el resto en internet.
Internet ha sido un fenómeno de participación democrática, pero que ha creado cambios en la mentalidad democrática. Los "ciberfachas" han sido mucho más activos y persistentes que los "ciberrojos". Estos últimos se manifestaron en la red a última hora porque se veían "ahogados" en un mar de confusión viendo retroceder unas ideas de progreso que ya consideraban arraigas en la población. El fenómeno persiste por parte de los "ciberfachas", que no han dejado de utilizar este medio sistemáticamente aunque haya amainado su contundencia y ferocidad, pero no su "violencia" escrita. Siguen pasivos, es un decir, pero a la expectativa para renacer en cualquier momento.
Mientras tanto, las organizaciones afines a la derecha, las religiosas son las más activas con un lenguaje decimonónico y "guerracivilista", persisten en un trabajo laborioso y de "hormigueo" que traslada a la red su ideología y su fundamentalismo. No sólo elaboran "materiales" propios que moldean, gota a gota, el pensamiento y los sentimientos de la "masa política" internauta, con su posterior traslado al resto de la población, sino que además multiplican su difusión e interfieren en enciclopedias y páginas web con contenido "de conocimientos", como la WIKIPEDIA, con el objeto de manipular la información de forma favorable a su ideología. Sustituyen textos de historia y científicos, también manipulándolos convenientemente, y los lanzan a través de los programas de intercambio P2P, para "corregir" el modo de pensar de los que buscan dichos materiales para sus estudios o su interés en búsqueda de cultura general, sobre todo de los más jóvenes que aún no tienen desarrollado su espíritu crítico.
No es de extrañar pues, el cambio "de opinión" de una parte de la población en temas como el aborto, que ya se tenía como superada su necesidad , o de la guerra civil, que se reservaba a profesionales que empleaban años de estudios y comprobación antes de publicar una línea, o en temas científicos como el darwinismo u otros por el estilo.
Cuando se creía que correspondía a profesionales y estudiosos autorizados con el aval de alguna carrera universitaria y de un "curricúlum" de trabajos de años de investigación, ahora son temas de "lanzamiento" político, tratados tanto por un bando como por otro - la dualidad en el enfrentamiento es otro éxito de esta manipulación - como si se tratara pasionalmente de un partido de fútbol entre rivales y donde los medios clásicos de radio, televisión y prensa escrita, actúan como multiplicadores a la hora de activar las espoletas explosivas de los enfrentamientos. Es un "caos" democrático, pero controlado por intereses no democráticos, que influye decisívamente en la forma de pensar y de vivir de los ciudadanos.
El peligro está en la distorsión y la manipulación de la vida diaria, con contenidos que en situaciones de normalidad el ciudadano toma como "conocimientos" de enriquecimiento cultural más que como "arietes" de enfrentamiento, que es lo que se busca por una parte interesada en trasladar una determinada ideología para justificar la posesión del poder económico. De ahí viene su interés por controlar también este instrumento de comunicación por los poderes fácticos, como siempre se ha hecho en la forma clásica a lo largo de la historia..
Internet es un medio muy poderoso que la izquierda omite en su perjuicio. Es la izquierda quien menos lo utiliza para obtener información, contrastar y aunar criterios. Los simpatizantes de los partidos de izquierda ,que son la mayoría, no le dan el valor que debe tener y no están "conectados" (por lo general no tienen conexión directa a internet) ni lo conocen en realidad. Es un campo de actuación perdido , de momento, para la izquierda. No precisamente para los activistas minoritarios y voluntariosos de algunos partidos de izquierda que ya lo utilizan, sino para los miles y miles de simpatizantes y afiliados a los partidos políticos de izquierda que sólo se enteran de las actividades de sus propios partidos a través de la prensa, la radio y de la televisión. Son mucho más "conservadores" de lo que parece que la propia derecha, que es mucho "más revolucionaria" en este campo de las nuevas tecnologías. De hecho la ultraderecha y sus organizaciones vienen empleando internet prácticamente desde sus orígenes como principal arma de difusión y de propaganda de sus ideas. Y el éxito obtenido se puede comprobar en su auge a nivel europeo.
Habrá que tomar conciencia, por otra parte, que internet no es un "peligro" en sí mismo, como argumentan quienes lo desconocen y por lo tanto "condenan" su utilización. Interesadamente muchos medios de comunicación clásicos así lo hacen, su condena, porque merman sus intereses económicos y de poder de influencia. Si los simpatizantes de izquierda sólo se informan por las vías y canales clásicos, es lógico, que no utilicen este poderoso y democrático medio, que es la Internet.
Algo tendrá que hacer la izquierda si no quiere perder su poder de influencia, si es que en verdad desean tener ese poder.
Un ordenador conectado a internet es como un teléfono. La derecha utiliza ese teléfono de forma intensiva para sus comunicaciones. La izquierda no. Es desconocimiento de su utilidad práctica para la acción política que la izquierda lo use poco o casi nada. No creo que sea cuestión de saldo ni de costumbres ecológicas por parte de la izquierda, mas bien una forma de ver la vida "conservadora" y de satisfecha comodidad al utlizar las fuentes de información.
La importancia del uso de internet por parte de la militancia política viene dada por la rapidez con la que se obtienen las informaciones y por su capacidad de aunar criterios y de movilización. Es posible que las convocatorias por sms habidas entre simpatizantes progresistas entre los días 12 y 13 de marzo de 2.004, el famoso "pásalo", que reunió a miles de manifestantes frente a la sede del PP en la calle Génova para protestar por la "ambigüedad" con que el gobierno de Aznar informaba sobre la autoría de los atentados islamistas de Madrid, fuese el "aviso" para los simpatizantes de derecha de que controlar las comunicaciones con medios tecnológicos nuevos iba a ser el futuro y una nueva forma de "militancia" mucho más activa y poderosa.
Muchos estudiosos han analizado este fenómeno de los "sms" de Madrid. Lo cierto es que fue un hecho esporádico movido por la rabia y la impotencia de quienes se sentían engañados con fines electorales y que no ha tenido continuidad "sistemática" en las filas progresistas o de izquierda. Fue un hecho aislado pero que tuvo consecuencias por el impacto que causó en los medios de comunicación y, por supuesto, en el electorado. El cambio de voto que desembocó en una mayoría de izquierdas en el gobierno de España fue su consecuencia más inmediata, aunque la duda ya estaba instalada por la actuación irresponsable de un gobierno y de un partido, que solo quería obtener réditos partidistas en vez de ofrecer la verdad y que le hubiese ido mejor a sus propios intereses. El medio, los sms, en realidad fue una anécdota maximalizada posteriormente.
Visto el éxito que puede obtener un mensaje lanzado utilizando las nuevas tecnologías, un medio mucho más rápido y económico, como lo es un ordenador conectado a la red de internet, ha servido como vehículo principal para el "contraataque" desde el lado opuesto. Miles de páginas web fueron abiertas , inducidas o no, desde organizaciones políticas, económicas y religiosas de la derecha, para contrarrestar el posible avance de la izquierda. Los simpatizantes de derechas, muy jóvenes en su mayoría, se lanzaron a "comentar" en masa en todos los medios de comunicación, preferentemente los que consideraban de "izquierdas" o "progres", creando una cultura de "intoxicación" y de "cabreo" que paulatinamente se iba trasladando a la población civil. Y también militar y religiosa. Ello supuso en algunos momentos situaciones de enfrentamiento e incluso "pregolpistas" propiciados por la emisora de radio de los obispos , LA COPE, y la prensa escrita de derechas liderada por el diario EL MUNDO que ejercieron - y ejercen - una labor de coordinación y fijación de consignas a seguir por el resto de los medios de comunicación afines. La prensa denominada "digital" hizo el resto en internet.
Internet ha sido un fenómeno de participación democrática, pero que ha creado cambios en la mentalidad democrática. Los "ciberfachas" han sido mucho más activos y persistentes que los "ciberrojos". Estos últimos se manifestaron en la red a última hora porque se veían "ahogados" en un mar de confusión viendo retroceder unas ideas de progreso que ya consideraban arraigas en la población. El fenómeno persiste por parte de los "ciberfachas", que no han dejado de utilizar este medio sistemáticamente aunque haya amainado su contundencia y ferocidad, pero no su "violencia" escrita. Siguen pasivos, es un decir, pero a la expectativa para renacer en cualquier momento.
Mientras tanto, las organizaciones afines a la derecha, las religiosas son las más activas con un lenguaje decimonónico y "guerracivilista", persisten en un trabajo laborioso y de "hormigueo" que traslada a la red su ideología y su fundamentalismo. No sólo elaboran "materiales" propios que moldean, gota a gota, el pensamiento y los sentimientos de la "masa política" internauta, con su posterior traslado al resto de la población, sino que además multiplican su difusión e interfieren en enciclopedias y páginas web con contenido "de conocimientos", como la WIKIPEDIA, con el objeto de manipular la información de forma favorable a su ideología. Sustituyen textos de historia y científicos, también manipulándolos convenientemente, y los lanzan a través de los programas de intercambio P2P, para "corregir" el modo de pensar de los que buscan dichos materiales para sus estudios o su interés en búsqueda de cultura general, sobre todo de los más jóvenes que aún no tienen desarrollado su espíritu crítico.
No es de extrañar pues, el cambio "de opinión" de una parte de la población en temas como el aborto, que ya se tenía como superada su necesidad , o de la guerra civil, que se reservaba a profesionales que empleaban años de estudios y comprobación antes de publicar una línea, o en temas científicos como el darwinismo u otros por el estilo.
Cuando se creía que correspondía a profesionales y estudiosos autorizados con el aval de alguna carrera universitaria y de un "curricúlum" de trabajos de años de investigación, ahora son temas de "lanzamiento" político, tratados tanto por un bando como por otro - la dualidad en el enfrentamiento es otro éxito de esta manipulación - como si se tratara pasionalmente de un partido de fútbol entre rivales y donde los medios clásicos de radio, televisión y prensa escrita, actúan como multiplicadores a la hora de activar las espoletas explosivas de los enfrentamientos. Es un "caos" democrático, pero controlado por intereses no democráticos, que influye decisívamente en la forma de pensar y de vivir de los ciudadanos.
El peligro está en la distorsión y la manipulación de la vida diaria, con contenidos que en situaciones de normalidad el ciudadano toma como "conocimientos" de enriquecimiento cultural más que como "arietes" de enfrentamiento, que es lo que se busca por una parte interesada en trasladar una determinada ideología para justificar la posesión del poder económico. De ahí viene su interés por controlar también este instrumento de comunicación por los poderes fácticos, como siempre se ha hecho en la forma clásica a lo largo de la historia..
Internet es un medio muy poderoso que la izquierda omite en su perjuicio. Es la izquierda quien menos lo utiliza para obtener información, contrastar y aunar criterios. Los simpatizantes de los partidos de izquierda ,que son la mayoría, no le dan el valor que debe tener y no están "conectados" (por lo general no tienen conexión directa a internet) ni lo conocen en realidad. Es un campo de actuación perdido , de momento, para la izquierda. No precisamente para los activistas minoritarios y voluntariosos de algunos partidos de izquierda que ya lo utilizan, sino para los miles y miles de simpatizantes y afiliados a los partidos políticos de izquierda que sólo se enteran de las actividades de sus propios partidos a través de la prensa, la radio y de la televisión. Son mucho más "conservadores" de lo que parece que la propia derecha, que es mucho "más revolucionaria" en este campo de las nuevas tecnologías. De hecho la ultraderecha y sus organizaciones vienen empleando internet prácticamente desde sus orígenes como principal arma de difusión y de propaganda de sus ideas. Y el éxito obtenido se puede comprobar en su auge a nivel europeo.
Habrá que tomar conciencia, por otra parte, que internet no es un "peligro" en sí mismo, como argumentan quienes lo desconocen y por lo tanto "condenan" su utilización. Interesadamente muchos medios de comunicación clásicos así lo hacen, su condena, porque merman sus intereses económicos y de poder de influencia. Si los simpatizantes de izquierda sólo se informan por las vías y canales clásicos, es lógico, que no utilicen este poderoso y democrático medio, que es la Internet.
Algo tendrá que hacer la izquierda si no quiere perder su poder de influencia, si es que en verdad desean tener ese poder.
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