29 octubre 2008

LA CRISIS EN WASHINGTON


La conferencia de países del G-8 mas G-20, el 15 de noviembre en Washington, sera un primer paso para lanzar ideas así como para despedir de su cargo a Bush, el menos indicado para ejercer de anfitrión. Que España esté representada será para posteriormente estar donde sí se tomaran decisiones de envergadura, cuando Obama o McCain tomen asiento.

Dar más control a los Bancos Centrales, garantizar con títulos reales las operaciones financieras a corto plazo, pequeñas normas transaccionales en la compra-venta de activos y operaciones bursátiles, separación de los mercados de derivados, futuros y demás con paquetes tóxicos del resto de mercados que juegan en Bolsa, etc. serán las posibles soluciones a nivel internacional como "acuerdo global". Las inyecciones de capitales a las entidades financieras y bancarias, las bajadas de tipos de interés y determinadas ayudas a sectores claves de la producción quedarán para los "asuntos caseros" de cada nación o grupo de naciones como la Unión Europea.

Poco más se puede augurar. Es maquillar la limpieza con dinero público sin que se busque cambio alguno en el sistema capitalista. España puede aportar su experiencia de control bancario, por la vacuna del caso Banesto allá por los 80, pero poco más. Sin embargo es muy importante su presencia porque se van a tomar decisiones que van a influir posteriormente en cualquier decisión de política económica que nuestro país tenga que aplicar a partir de ese momento. Que no estemos el día 15 no significa nada, lo importante es estar en las siguientes conferencias que sucederán a las de esta primera en Washington , cuando el nuevo presidente de los Estados Unidos fije su propia política a realizar. Queramos o no, Estados Unidos ejerce de locomotora que tira del carro del resto del mundo. Su política va a variar muy poco, salvo pequeños ajustes que se aprueben. El problema será para países como los del entorno europeo que deberán ajustar sus economías teniendo en cuenta al gigante americano. Los gobiernos europeos son mayoritariamente conservadores y liberales, por lo que no habrá mucha diferencia con las decisiones que se tomen en la otra parte del charco.

Tanto Obama como McCain tendrán que recortar gastos y subir los impuestos, cosa que no anuncian por su coste electoral, pero es la única solución que tienen para llenar la caja de nuevo. Europa con un modelo que aún sigue siendo social, que viene funcionando desde 1.945 en su nueva etapa tras la segunda guerra mundial, deberá profundizar en él para garantizar la "paz" social. Da igual que el gobierno sea conservador o socialdemócrata, las políticas SOCIALES en mayor o menor grado suelen ser compartidas por los gobiernos europeos de cualquier signo porque están muy arraigadas entre los ciudadanos europeos, por lo menos en la zona occidental de Europa.

Sea como sea, el margen para el "sálvese quien pueda" a niveles nacionales o regionales va a ser muy escaso si no se fijan estrictas normas globales de control de capitales, con su separación de forma nítida del sistema productivo. Proteger a la población desempleada con subsidios mientras se van colocando y crear actividades en obras públicas y servicios sociales para emplear más rápidamente a los parados mientras se pone en marcha de nuevo la actividad productiva va a ser una forma de "transición" necesaria. La otra parte, la que garantizará el futuro, será más lenta pero muy necesaria. Es la que tendrá que ver con la formación y con el sistema educativo para garantizar profesionales en sectores emergentes que tendrán mucho que ver con el sector energético, los transportes y las telecomunicaciones. Estos sectores darán margen si se busca el empleo de nuevas tecnologías que con el tiempo permitan la autosuficiencia y el abaratamiento de los costes a medida que se generaliza su utilización.

Ni que decir que muchas de esas tecnologías tendrán que ver con el sistema ECOLÓGICO DEL PLANETA y con la ayuda a países con niveles de pobreza que, inevitablemente, pueden derrumbar de nuevo el sistema con una emigración descontrolada y masificada si no se les ayuda a elevar su nivel de vida. En este último caso habrá que pensar en obligar por la fuerza el desarme de los "generales de la guerra" y revisar fronteras más de acuerdo con los núcleos poblacionales de África, por ejemplo, para crear nuevos mercados y nuevos consumidores en dichas regiones elevando su nivel de vida.. Es otra salida para poner productos y crear nuevas sociedades más acordes con el siglo XXI. Es lo menos que se puede hacer por los países, ahora del tercer mundo.

No confío mucho en este primer encuentro, confío más en los posteriores. Mientras tanto el único consejo que pueden dar los gobiernos a sus sufridos ciudadanos es ahorrar y no meterse en berenjenales porque llegan tiempos difíciles. De las alzas y bajadas de las Bolsas no habrá que fiarse ni un pelo, mejor invertir (si se quiere atrever alguien a invertir) en bonos y valores estatales, que son más seguros que probar de nuevo en enriquecimiento rápido. La broma puede salir cara porque los tiburones siguen devorando con permiso de los gobiernos.


Ver también Pensar en futuro

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