30 noviembre 2008

LOS BANCOS MANTIENEN Y REFUERZAN LA CRISIS

 
El gasto público es necesario, es lo lógico cuando la iniciativa privada se retrae, pero no es suficiente. Los bancos tienen el dinero que necesitan las empresas y las familias endeudadas, colapsadas por falta de liquidez, pero no sueltan ni un euro porque no se fian. Es por lo que las empresas no pueden afrontar sus pagos y cierran. Los trabajadores se van a la calle y las familias limitan sus gastos a lo mínimo. No hay consumo, las empresas no sacan sus productos y tienen pérdidas que deben resolver con fianciación. Y volvemos al principio.

Es el clásico circulo de la actividad económica que se rompe en el punto más esencial y prioritario: la financiación. Los bancos saben muy bien porqué las familias están endeudadas y engrosan las listas de  morosidad. Ellos han sido lo que han concedido los préstamos sabiendo que al menor tropiezo no recuperarían el dinero, pero no les importaba porque se quedaban con sus propiedades (la vivienda) y estas serían puestas a la venta de nuevo y a buen precio por sociedades afines creadas expresamente. La burbuja ha estallado y bien que lo sabían y ahora las putas se hacen las remolonas, con perdón porque las putas son mucho más honestas y ejercen un servicio público.

El gobierno ha cumplido con su parte poniendo los fondos y exigiendo garantías para que la banca CONCEDA PRÉSTAMOS E INYECTE LIQUIDEZ  a las empresas y familias que lo necesiten. Además aportará 8.000 millones de euros para que sea la iniciativa municipal, la más próxima al ciudadano, la que dinamice la economía. Deben ser proyectos nuevos, no los iniciados y que están parados por falta de liquidez. Aquí debe funcionar la fluidez en la renegociación de préstamos a las empresas colapsadas por el cierre del grifo crediticio.

Los otros 3.000 millones de euros que el gobierno garantiza para servicios sociales (Ley de Dependencia), el sector del automóbil, gobiernos regionales y otras iniciativas, deberían completar el ciclo necesario de la actuación estatal que, junto con la disminución del precio de los combustibles y los alimentos y la bajada de los tipos de interés hipotecarios, deberían dar la suficiente CONFIANZA para remontar la crisis económica. Si no lo hace se convertirá en una crisis social de magnitudes impredecibles de los que no se salvará ni la propia banca que hoy se guarda los billetes.

La banca privada, con unos ingresos multimillonarios "robados" a los ciudadanos cuando las vacas gordas permitían una plusvalía fictícia, pero muy real en los bolsillos de los pagadores (los ciudadanos de nuevo), deben devolver ese favor que se les hizo cuando todo iba bien.

El gobierno debería dar un aviso a las entidades financieras de que deben colaborar y pronto. No debe esperar a que se forme aquí un "corralito bancario" como ocurrió en Argentina, las consecuencias (ya sabidas) pueden ser mucho más desastrosas de lo que pueda parecer a simple vista. Si la banca no responde habrá que nacionalizar bancos y entidades financieras sin complejo alguno y muchos banqueros tendrán que pasar un tiempo de vacaciones a costa del erario público. ¿Querémos llegar a ello?.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi me encantaría ver nacionalizado a alguna que otra entidad bancaria...

Carolus Primus dijo...

Yo preferiría que no hiciese falta.

Anónimo dijo...

Ýo prefiero que me robe el estado, a que me robe un empresario.