No hay otra receta que ser optimistas, tener confianza en el futuro. Hemos pasado por crisis peores y de no tener donde agarrarse. En menos de 30 años hemos pasado de ser pesimistas a ser optimistas en multitud de ocasiones.
Es cierto que hay crisis y mucha. Pero , por lo que parece, afecta más a los que se han estado llevando los billetes de 500 euros de un lado a otro. El común de los mortales, los que tenemos un sueldo moderado o miserable, según, somos meros espectadores. A nosotros no nos llegó nunca la lotería piramidal de Madoff ni los beneficios multimillonarios de los banqueros ni de las empresas de construcción.
Es cierto también que el paro afecta bastante, pero se tiene una cobertura que permite sobrevivir holgadamente. Solemos vivir siempre por encima de nuestras posibilidades, igual que en Japón. Eso de apretarse el cinturón aún no lo hemos conocido, por ahora, y nuestros jóvenes mileuristas están pasando por su primera experiencia "sexual" monetaria. No es malo , es sólo experiencia para aprender a utilizar el acelerador responsablemente.
Con unos cuantos toques de atención a los financieros, con creación extra de actividad económica para asegurarse (obra pública y búsqueda de nuevas técnicas y nuevas tecnologías) y bastante optimismo para que se mueva el dinero, saldremos adelante con más fuerza.
Eso es lo que pasa, el dinero no se mueve. Es el miedo al qué pasará que los medios de comunicación se empeñan todos los días en meternos en la cabeza. Son tan cenizos y agoreros de la mala suerte como algunos políticos interesados en que así sea.
Aún me acuerdo de los tiempos en que cuando encendías una luz de más saltaban los plomos, en ocasiones debías pedir al vecino que abriese la ventana de par en par y subiese el volumen del televisor para ver la "peli", o cuando los apagones eran generales a la mínima tormenta, etc...
Hemos avanzado mucho y este es un bache que superaremos con confianza, responsabilidad en el gasto y alguna que otra aspirina.
No hay otra receta.
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