RECUPERAR A ALFONSO GUERRA PARA EL GOBIERNO

Si Zapatero nombrase a Alfonso Guerra vicepresidente portavoz de su Gobierno, significaría la recuperación de millares de votantes de izquierda que hoy se abstienen, la movilización inmediata de miles de afiliados socialistas que esperan que alguien anime el circo mediático y el espadazo definitivo que neutralice al PP.

Frases tan contundentes que animen el cuerpo socialista como que " en la cena de Valencia, además de butifarras y morcillas, vi algunos chorizos alrededor de la mesa", sólo lo puede decir Alfonso Guerra, como lo hizo ayer en la fiesta minera de Rodiezmo junto al presidente Zapatero.

Que confundan a los "chorizos" que existen en el PP y que, cuando se pretende seguir a los "ladrones" de ese partido, sus dirigentes lo llamen inquisición, sólo lo puede entender la ciudadanía de la boca de Guerra. También se darían cuenta los ciudadanos de que el PP no ayuda a salir de la crisis y sólo se dedique a hacer acusaciones de todo tipo, como la existencia de supuestas escuchas ilegales denunciadas "en un bar de playa" por María Dolores de Cospedal, cuando los únicos que espían son "los del Gobierno de la Comunidad de Madrid". Es Esperanza Aguirre "la que está espiando".

Entenderían los ciudadanos, además, que cuando Rajoy y su tropa de payasos de circo critican al Gobierno acerca de que Alemania y Francia están empezando ya la recuperación económica mientras que España aún no, lo es "porque los empresarios franceses y alemanes invierten parte de sus beneficios en investigación, en innovación; mientras que los de España se reparten los beneficios, y luego, de lo que queda, entonces reinvierten".

Sé que es pedir demasiado al cuerpo de Alfonso Guerra. Lloverían las lanzas afiladas de la derecha hacia su persona y familiares, pero es el único capaz de aguantar los golpes bajos de esta derecha cavernícola y de contraatacar demoledoramente. Haría un gran servicio a Zapatero, como antes lo hizo con Felipe González, y salvaría el honor del socialismo español y de todas las gentes que lo apoyan.

Comentándolo con antiguos militantes socialistas, no dudarían en levantarse de la silla de ruedas para ayudar, si Alfonso Guerra volviese a primer plano de la política nacional. La prensa también lo celebraría dándonos majestuosas portadas y dejando al resto de los ministros trabajar como es debido. Incluido este traicionero PAÍS que tiene PRISA por cambiar de chaqueta.