Se comenta mucho entre mis vecinos las últimas intervenciones de Felipe González. Todos echan de menos un mayor protagonismo de la “vieja guardia” socialista, incluyendo a Alfonso Guerra, para cubrir el principal vacío del Gobierno y del propio PSOE: la comunicación.
Las intervenciones de Felipe en el Congreso socialista andaluz, las entrevistas con motivo de la presentación del informe del “grupo de sabios” sobre perspectivas de la Unión Europea y el “debate” entre González y Zapatero en el día de ayer, celebrando los 100 años que Pablo Iglesias tomó el acta de diputado, inaugurando así la presencia del socialismo español en el Congreso de los Diputados, no han pasado desapercibidas por los antiguos votantes, y también militantes, que se mantenían apartados de las formas de hacer política de Zapatero.
Es duro reconocerlo pero las acciones del gobierno socialista, en estas dos últimas legislaturas, son conocidas de forma muy tergiversada por los ciudadanos. Zapatero tampoco se ha prodigado en intervenciones directas por la televisión y mucho menos realizando una labor pedagógica. Sin embargo, en las poquísimas intervenciones de Felípe González, el ciudadano capta de inmediato el mensaje, sea el que fuere.
No voy a pedir que Felípe González o Alfonso Guerra vuelvan al gobierno de alguna forma, pero sí que se les incluyera como principales “comunicadores” de la labor gubernamental. Sería el complemento que le falta hoy al partido socialista. Ello no sería completo sin un esfuerzo más pedagógico de todos los ministros del gobierno, empezando por el primer ministro. El PSOE como organización debería movilizarse ya para alargar el gobierno socialista a un período de seis años, como pide F. González.
Puede que Zapatero no esté “depre”, pero sí lo está toda la organización socialista. A pesar de las discrepancias, y no sólo con el último cambio radical de políticas económicas, no deseamos la vuelta del Partido Popular al poder. Ello depende única y exclusivamente de cómo llega el mensaje del PSOE a los ciudadanos.
Pues eso, aparte de “sangre, sudor y lágrimas” es muy necesaria la “militancia, pura y dura”.
2 comentarios:
Sólo echo de menos a Alfonso Guerra. Si sólo quieren militancia pura y dura que compren militantes. Mi cabeza y mi capacidad de analizar no la vendo.
Lo lógico es pedir que vuelvan los que mejor defienden una socialdemocracia más
liberal. ¿ No es irónico ?.
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